Dos días después volví a ir a la librería y encontré a Muriel acomodando libros, tal como la había dejado el último día que la vi. Aún no me veía, así que me quedé observando en silencio y al hacerlo un extraño sentimiento de compasión se apoderó de mi al pensar que le esperaba una vida solitaria en la tierra.
-Hola- saludé
-Señor Crowley, no lo esperaba tan temprano-respondió ella
-Si quieres aprender tendrás que estar comprometida
-Estoy comprometida, ya casi acabo de ordenar todos los libros
- ¿Todos? - pregunté extrañado- pero son demasiados
-Sí, lo he estado haciendo desde que se fue, sin descanso-dijo muy orgullosa- como me dijo que me quedara ordenando...
-¿Qué? ¿Sin descansar?-Otra regla del mundo humano, Muriel: no hagas literalmente todo lo que te digan que hagas-Un sentimiento muy extraño de culpa y vergüenza fue creciendo en mi interior.
- ¡oh! - suspiró un poco triste- creí que había hecho un buen trabajo.
-Lo hiciste...pero...solo...no todas las cosas que te digan en la tierra van a ser literales ¿está bien?
-De acuerdo- respondió más alegre.
-Bien, lo que haremos el día de hoy será un poco diferente, vamos a leer un libro.
- ¿Qué libro?
-Se llama "Guía de habilidades sociales y reglas no escritas en la interacción humana".
-Suena un poco difícil, pero con su ayuda estoy segura de que podré entenderlo.
-Sí, sí- le dije sin importancia- ve a leer el primer capítulo y cuando termines tendremos una clase práctica.
Muriel se retiró a leer al fondo de la librería y yo me dediqué a vagar entre los estantes. Siempre estuve rodeado de libros, pero jamás les presté atención, entonces pensé que mi castigo era ese, quedarme entre tantas cosas materiales que en el pasado me habían parecido banales, pero que ahora eran lo único que podían traerme pedacitos del pasado.
Pasé los dedos por los lomos de los libros de un estante cuando el tacto de uno en específico me quemó los dedos. Por inercia retiré la mano y la examiné, me había salido una de esas ampollas que se hacen los humanos con el fuego, nada grave, pero mi curiosidad se avivó ¿Qué guardaría Aziraphel en la librería que no quería que yo viera? ¿Debería echar un vistazo? No pude resistirme, así que busqué el libro y no me fue difícil localizarlo, era uno grande y blanco que en el lomo tenía escrito con letras pulcras y doradas "Sagrada biblia".
Eso era todo, una biblia, nada del otro mundo, sin embargo, seguía siendo algo peligroso para mí, esta vez apenas lo había rosado con los dedos, pero en caso de que decidiera tomarlo con la mano podría pasar algo grave.
Enseguida llamé a Muriel para que me ayudara a retirarlo y guardarlo en un lugar seguro.
-Claro que sí, señor Crowley, lo pondré en esa caja con libros viejos que guardé ayer.
Muriel tomó el libro, pero se tropezó camino a las escaleras y la biblia salió volando, aterrizó un metro más allá de nosotros. Me apresuré a ayudarla a levantarse, sin embargo, algo llamó mi atención: La biblia había aterrizado en una página aleatoria y esa hoja no tenía letras, tenía una cara dibujada a lápiz y ese rostro no era nada más y nada menos que el mío.
![](https://img.wattpad.com/cover/348697919-288-k195447.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Love of my life
RandomDespués de que el ángel Aziraphel rechazara los sentimientos del demonio Crowley decide irse al cielo y dejar a su amigo. Por su parte Crowley opta por entrenar a Muriel para que cuide bien la librería. Él está resignado al abandono de Aziraphel, si...