Love of my life

Tiempo

Cuando vi a Aziraphale en la puerta de la tienda mi primer impulso fue correr a él y abrazarlo.
Solté a Muriel, con muy poco cuidado, no sabía si sonreía o los músculos de mi cara se tensaban solos haciendo una extraña mueca.
-Parece que se la pasan bien juntos.

Me detuve a medio camino. Era extraño verlo así, pero lo era más que dijera algo como eso.
-Angel- dije- perdona por haber entrado a tu casa, Metatron le encargó la librería a Muriel y yo le estoy ayudando a supervisarla.
-Veo que la supervisan muy bien juntos.
-No estás creyendo que aquí hay algo más ¿verdad?-dijo Muriel haciéndome segunda.

Aziraphale se quedó en silencio, viéndonos con cautela.
-No tienes que convencerlo demasiado- le dije a Muriel- de todas formas ahora que ya está de vuelta podemos tomarnos unas vacaciones.
No me perdones- le dije-saldremos rápido de aquí.

Era la primera vez que le hablaba así y me sentía culpable, pero ¿Qué más podía hacer? Volverle a pedir que se quedara conmigo no era opción.
Muriel y yo deambulamos en el ventley por horas, ambos íbamos callados y sumidos en nuestros pensamientos.

-Estaba pensando algo, Crowley- dijo de repente Muriel
-Claro, dime
-¿Por qué Aziraphale volvería? Creí que lo que quería era volver a ser un Ángel en el cielo.
-Me pregunto lo mismo, Muriel, pero es momento de preocuparnos por nosotros primero ¿no?

Ella esbozó una sonrisa y decidimos dejar que el ventley escogiera la próxima parada.

Mientras tanto yo seguía reflexionando, no solo en lo tonto y desconfiado que fue Aziraphale conmigo, sino también en lo que dijo Muriel ¿por qué regresó tan rápido y en ese estado? ¿Tuvo problemas con el todopoderoso? ¿Estaría en peligro y necesitaría que lo ayudara? Si era así solo tenía que volver y decirme, yo nunca me negaría.
Tal vez necesitaba tiempo y yo también, así que se lo daría y regresaría a verlo en unos días. Eso, tiempo, era algo que teníamos de sobra.