𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀| Estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica hacia alguien en el que se siente una necesidad obsesiva de ser correspondido.
─✦ ¿Alguna vez te arrepentiste de algo en tu vida?
─✦ Déjame contarte esta histori...
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─¿Satoru sigues ahí?. ¿Dónde has dejado la mochila?
Llena de anticipación, activó el pequeño dispositivo conocido como pinganillo en su oreja, esperando con ansias cualquier información o instrucción que pudiera recibir a través de él. La sensación de expectativa se apoderó de ella mientras esperaba pacientemente. Finalmente, emitió un leve sonido, indicando que había obtenido una respuesta, desencadenando una reacción instantánea al oírla.
Ansiosa por no hacer ruido, avanzó sigilosamente por la habitación con suelo de alfombra. Su objetivo era encontrar algo específico y cuando finalmente lo encontró, se agachó cuidadosamente para alcanzarlo. Al sentir la textura de la tela, la pellizcó con determinación y la tomó por completo. En ese momento, abrió una mochila de color basalto y descubrió dentro una mascarilla autofiltrante, la cual se puso rápidamente en el rostro.
Con la mascarilla en su lugar, abrió la válvula de un tanque de gas situado junto a ella, permitiendo que el monóxido de carbono se liberara en el aire. Durante unos minutos, esperó pacientemente mientras capturaba una foto de Pellegrino, quien estaba a punto de enfrentar su destino. Antes de que la habitación se nublara por completo, envió la foto a Maki y rompió su teléfono móvil en dos.
De repente, Gregory abrió los ojos de manera abrupta y comenzó a convulsionar, luchando por respirar como un pez fuera del agua. El gas tóxico ya había invadido su organismo, suplantando al oxígeno, esto le permitió a Yumeko acercarse al hombre y comprobar su pulso y respiración. El trabajo estaba completado, solo quedaba ahora salir de la habitación sin ser vista y, más importante aún, salir con vida.
─He terminado. ─ella, consciente de la urgencia y la necesidad de escapar de aquel lugar, actuó precipitadamente al avisar a Satoru. Con determinación, comenzó a recoger todas sus pertenencias y las metió rápidamente dentro de la mochila. A pesar de la prisa, se esforzó en hacerlo meticulosamente, asegurándose de no dejar nada atrás, ni un solo fino cabello blanco.
Una vez que terminó de empacar, se detuvo y miró a su alrededor, tratando de encontrar algún rastro fuera de vista. Pero no había señales de pistas.
─Las cosas se complicaron. ─al otro lado, Gojo comunicó la situación en voz baja pero con urgencia. Sus palabras tuvieron un impacto inmediato en Yumeko, haciendo que detuviera su andar en un segundo, con los ojos abiertos de par en par y una expresión de alarma que se reflejaba en su rostro.
Las preocupaciones comenzaron a agolparse en su mente, su corazón latía con fuerza mientras intentaba procesar la información que el albino le había dado. El peso de la incertidumbre se hizo evidente en cada uno de sus gestos y movimientos. Sus manos temblaban ligeramente y sus hombros se tensaron involuntariamente.
