𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀| Estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica hacia alguien en el que se siente una necesidad obsesiva de ser correspondido.
─✦ ¿Alguna vez te arrepentiste de algo en tu vida?
─✦ Déjame contarte esta histori...
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Suguru Geto
Él y ella compartían una historia entrelazada por tragedias del pasado, una conexión que los unía de forma irrevocable.
Admiraba, de verdad admiraba su determinación y valentía, su inquebrantable voluntad de defender sus ideales sin importar las críticas o adversidades que encontrara en su camino. En un mundo de conformismo y mediocridad, él destacaba como un faro de individualidad y resistencia, un espíritu rebelde que desafiaba las normas establecidas con audacia y fervor.
Admiraba.
En un giro inesperado del destino, su personalidad experimentó una transformación radical, ella se vio relegada al papel de desechable por alguien que consideraba su mejor amigo, él solo la trató solo como un trapo sucio. De repente, se convirtió en la antítesis de lo que solía ser, un ser completamente diferente.
Después de su desaparición, ella se sumergió en un laberinto de supervivencia diaria, luchando con todas sus fuerzas para mantenerse a flote en un mundo implacable y cruel. Sin embargo, su existencia tomó un giro inesperado cuando un hombre desconocido, que despertaba en ella sentimientos encontrados de odio y temor, apareció en su vida.
Este individuo, que la obligaba a enfrentarse a sus demonios internos y desataba en Yumeko emociones confusas y aterradoras, representaba un recordatorio constante de un pasado turbulento y un futuro incierto. Pero fue su salvación en aquellos momentos de agonía.
─¿¡Se puede saber en qué estabas pensando!? ─exclamó, irritada.
Estaba en la habitación de Gojo, donde había subido bajo la excusa de que el albino iba a ayudarla a organizar las bolsas de compra que había traído. Sin embargo, en cuanto se le presentó la oportunidad, lo raptó de la manera más infantil pero enojada posible: tirando de su oreja desde la puerta de su habitación hasta la suya propia. No le dio tiempo a escapar, dejando claro que su intención de mantenerlo a su lado por un buen rato hasta aclarar todo de forma correcta.
─Ay, ay, ay, ay, espera, te lo explicaré pero por favor deja de- ─dejó de pellizcar su lóbulo.
─¿Qué hace él aquí? ─espetó Yumeko, con furia.
El albino se encontraba en un dilema, sintiendo un nudo en su garganta al ser cuestionado por la peliblanca. Dejó de sobar distraídamente su oreja y sus ojos inquietos saltaron de la puerta a ella, tratando de encontrar una salida fácil a la situación que se le presentaba. Deseaba escapar de aquel momento incómodo, pero sabía que no podía evitarlo por mucho tiempo.
Hino enarcó una ceja con gesto desafiante, cruzando los brazos sobre su pecho y fijando una mirada penetrante en su amigo. Podía ver claramente las intenciones de escapar de Satoru, pero no iba a permitirlo tan fácilmente. En cambio, él decidió finalmente sentarse en la cama, resignándose a enfrentar la conversación que estaba por venir.
Pensó en buscar una explicación que no pusiera en riesgo su amistad, en encontrar las palabras correctas para calmar la tensión en el ambiente. Quería tener más tiempo para pensar las cosas y regresar más preparado, pero sabía que no podía aplazarlo por mucho más.
