Recuerdos De Adolescencia.

El capítulo con el desmadre emocional.

REEEEEECOMIENDO QUE ESCUCHEN FOOLISH ONE DE TAYLOR MIENTRAS LEEN EL CAPÍTULO JEJE (tengo que editar esto mañana, pero ya lo subo porque no actualizo hace un mes lol)
ESO ES TODO; DISFRUTEN :D

Narrado por Clove.

Nunca he sido particularmente buena en lidiar con mis problemas sola, siempre termino llorándole a Katniss hasta que ella me dice qué hacer, pero esto es diferente; nadie sabe acerca del secreto de Marvel, ni siquiera yo lo había notado, y siento que estaría mal comentárselo a otra persona. No tengo idea de qué es lo que debo hacer, podría ignorarlo y fingir que no sucede nada, pero conozco de primera mano el sentimiento amargo que te produce el ser ignorado.

Aprovecho que nadie está en casa y salgo corriendo a casa de Glimmer, porque es mi opción más sensata, vive más cerca que Katniss; pero para mi desgracia, no la encuentro.

—Quizás vuelva al anochecer—dice su madre, invitándome a pasar de igual forma, pero me niego—. Fue a visitar a su amiga, la de cabellera negra, no recuerdo su nombre.

Supongo que se refiere a Katniss; le agradezco por haberme recibido y marco rápidamente al teléfono de Katniss, este va directo al buzón de voz. Maldita sea, no deberían dejarme a mi suerte así como así, ya que puedo tomar terribles decisiones.

—¿Hola?¿Peeta?—pregunto cuando finalmente alguien decide contestarme las llamadas—. Odio hacer esto, pero necesito ayuda.

Me siento en la acerca, mientras mando una mano a mi boca; masticarme las uñas es un muy mal hábito que traigo desde que tengo memoria. Ahora que pienso en ello, siempre he sido una persona muy ansiosa, y esta es la primera cosa que hago para lidiar con ello. Por eso tengo las manos tan feas.

—¿A quién asesinamos?—pregunta Peeta riendo—. Tengo una pala lista para cavar una tumba.

—A mí—contesto riendo de igual manera—. Leí algo que no debía, ahora me siento rara, y no sé qué hacer.

—Dime que no ha sido una de esas novelas extrañas, ya sabes, sexualmente hablando—contesta y siento el verdadero pánico en su voz—. Porque no puedo aconsejarte con eso, o sea, sí puedo pero no quiero.

Suelto una carcajada mientras siento mi ansiedad disiparse momentáneamente.

—No seas tonto, para esos consejos tengo a Finnick—digo a modo de broma, y lo escucho suspirar del otro lado de la línea—. ¿Qué harías si encontraras un poema que alguien escribió acerca de sus sentimientos hacia ti?

—Depende de qué sentimientos estemos hablando—Hace una larga pausa, quizás esté uniendo los hilos—. Si es algo bonito, primero me sorprendería, y luego lo discutiría con la persona. Lamentablemente, Katniss no escribe poesía, así que no me sucederá.

—Las personas tienen secretos, podría sorprenderte.

—¿Qué leíste, Clove?

Quedo en silencio por un buen rato, no sé si debería dar nombres o más contexto, se siente incorrecto.

—Nada—digo finalmente—. Era solo una suposición. ¿Estás diciendo que lo conversarías con la persona?

—Supongo que sí—Suena dudoso, pues tartamudea levemente—. ¿A dónde va todo esto?

—Te lo comentaré luego.

Si Peeta, la persona más sabia que conozco, dice que es algo de lo cual debe hablarse, eso haré; vuelvo a mi casa y dejo que la ansiedad consuma mis huesos.