Capítulo 1

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Holis, bienvenidas/os a una nueva historia, sé que el fandom debe estar ya muerto, pero si aún sigues aquí, espero te guste...

~•~•~•~

Tres años atrás

— Entonces, se acabó… —dijo el chico pasándose una mano por el cabello y sintiendo como su mundo se desmoronaba
— Es inútil seguir luchando, lo hemos intentado pero no ha funcionado... —musitó la princesa con el corazón oprimido
— Sí que lo intentamos —susurró él afligido y la abrazó
— Serás un gran músico y vas a ser feliz —farfulló ella
— No sé si logre ser feliz sin ti —confesó
— Yo tampoco creo que pueda —suspiró la rubia limpiándose una lágrima
— Inténtalo —pidió él— Y nunca olvides que te amaré siempre
— Nunca, también te amaré siempre,  Marco Diaz

La chica se paró en la punta de sus dedos y lo besó, las lágrimas saladas mezclándose en su último beso, en su dolorosa despedida.

Día Presente

— Marco, tienes correo —dijo su compañera de piso Jackie
— Déjalo en la mesa, por favor —pidió y siguió con su lectura, al día siguiente tenía un examen importante
— Uh... ¿Seguro que no quieres leer Marco? Hay una carta de Mewni —dijo Janna revisando su correspondencia
— ¿Qué? —inquirió Marco con el corazón latiéndole con rapidez
— ¿Aún te mensajeas con Star? —preguntó Jackie y Marco pudo detectar un atisbo de enfado en su voz
— No realmente —gruñó en respuesta

Tampoco era su problema, se acostaban, punto. No eran novios, solo satisfacían una necesidad física, no debía enfadarse ni preguntar. Si Jackie se estaba enamorando de él, entonces tendría que cortar el rollo, pero no ahora, no cuando tenía una carta de Mewni en su poder.

— Janna, también hay correo para ti —dijo Jackie pasándole un montón de papeles

Janna los recogió y Marco se metió en su habitación con el sobre aún sin abrir entre sus manos. ¿Por qué razón le escribiría Star? Tenía miedo de averiguarlo y a la vez tanta curiosidad. El joven rasgó el sello y cuando iba a abrir la carta, Janna irrumpió en su habitación como un vendaval.

— ¡Star se casa! —exclamó sin aliento
— ¿¡Qué!?
— ¿¡No has leído la carta!?
— ¡Estaba a punto de hacer eso! —protestó el joven y abrió la cartulina

Marco leyó y al igual que ese día, hace tres años, volvió a sentir como su corazón se rompía en millones de pedazos.

Estimado Mr. Marco Diaz:

La Reina Star Butterfly y su prometido el Príncipe Zed Grey, lo invitan cordialmente a su boda que se realizará el día 10 de febrero a las 05:00 pm en el castillo Butterfly de Mewni. La pareja espera su asistencia y puntualidad, al igual que llegue con una semana de anticipación a la dimensión para disfrutar de las diversas actividades que se realizarán en conmemoración al importante acontecimiento.

Nuestros mejores deseos,
Zed Grey y Star Butterfly.

Star se casaba y lo invitaba a su boda, sentía su pecho escocer y su mundo cayéndose de nuevo. Pensaba que la había olvidado y superado pero, nada más lejos de la verdad ¿a quién engañaba? Luego de ella no había podido tener una relación estable y siempre soñaba con el día en que recibiera noticias suyas, albergando esperanza de volver a tenerla entre sus brazos pero ahora se daba cuenta de que fue un idiota, la chica había logrado hacer su vida y le restregaba en la cara que se iba a casar.

— ¿Marco estás bien? —preguntó Janna
— Vete Janna
— ¡Ni hablar! Tenemos que armar un plan
— ¿Plan? ¿Plan para qué? —inquirió Marco luchando para no ponerse a llorar delante de su amiga o gritarle que se fuera
— ¡Pues para impedir la boda! —soltó la chica
— ¿Te has vuelto loca? —exclamó Marco
— No, ni un poco... Marco, aquí pasa algo, Star dijo que jamás se casaría
— Eso fue ante de que se fuera a Mewni y se enamorara de otro
— No, no, no... ¡No entiendes! —Negó Janna— Me he estado escribiendo con Star todo el tiempo, ella siempre me dijo que nunca se iba a casar con otro que no fuera tú
— ¿Qué?
— Ha mantenido esa posición y ha gobernado Mewni sola, siempre preguntaba por ti y decía que si no fuese por su reino, tu carrera o todos los problemas que tendrías si te ibas a Mewni con ella, hace rato hubiese mandado todo al diablo y te buscaría
— Janna, por favor no inventes cosas...
— ¡No invento nada! —protestó la joven indignada— ¡Star te ama y jamás se casaría con otro si no estuviera en problemas!
— Deja la paranoia, Janna... Star me ha olvidado y todos tenemos que aceptar que lo que tuvimos nunca volverá a renacer
— ¡Sí que eres idiota! —espetó Janna y le metió un puñetazo en el estómago
— ¡Maldición, Janna! ¿¡Te escapaste del manicomio!?
— ¡Al manicomio te llevaré yo si sigues actuando como un imbécil!

¡Yo me Opongo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora