Capítulo 7

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Este capítulo debería llamarse; “Arely tuvo razón en todo desde el principio”.

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Enjoy.

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Marco estaba en la suite de Janna esperando a su amiga porque estaba buscando los otros exámenes de Star, durante el día se habían estado quedando en sus respectivas habitaciones porque no les apetecía nada participar en las actividades prenupciales, hoy había una cabalgata donde la reina le enseñaría a su futuro esposo los lugares más memorables de Mewni y al moreno le daban arcadas de solo pensar asistir a eso y Janna estaba demasiado nerviosa como para actuar con indiferencia así que los dos decidieron permanecer en el castillo.

Un óvalo celeste se abrió en medio de la sala de la suite y Janna apareció atravesándolo, tenía otra carpeta color azul en sus manos y su rostro mostraba un agotamiento extremo. Marco sabía que estaba tan preocupada por Star que no dormía tratando de averiguar algo y en el fondo parecía saberlo pero le daba miedo que fuera real, él la había estado observando y se dio cuenta de que su amiga aparentemente sabía más de lo que contaba.

— ¿Y bien? —inquirió él y Janna se sentó a su lado
— Aún no los miro —contó y abrió la carpeta

Los ojos de Janna pasaban por las tres hojas que tenía en sus manos una y otra vez, su expresión cambio de preocupación a pánico y terror, Marco a su lado también estaba a punto de tener un ataque al corazón pero no por lo que decían los exámenes sino porque su mejor amiga se había quedado, pálida, muda y completamente fría.

— Janna por amor a Dios ¿qué sucede? —explotó Marco
— La están envenenando… —susurró de forma entrecortada
— ¿Qué? —jadeó él

Janna se quedó callada de nuevo y volvió a leer los estudios por millonésima vez, Marco estaba al borde de la locura y su amiga no decía nada más. Ambos estaban en shock pero él necesitaba saber por qué su amiga había llegado a esa conclusión, tomó a la chica de los hombros y la zarandeó para que saliera de su caótico trance, ella se le quedó mirando fijamente y cuando Marco le exigió con voz dura que se controlara para que pudiese explicarle lo que sucedía, por fin reaccionó.

— La están envenenando —repitió pero esta vez con seguridad mientras una furia crecía en su interior

La chica se levantó del mullido sofá y caminó hasta una esquina de su habitación, sacó la jaula de ratones que había estado escondida y le pidió al moreno que se acercara, éste obedeció y los primero que notó es que ya no habían cinco ratones sino dos.

— ¿Qué hiciste con los otros? —preguntó
— Murieron —contó Janna— Escucha, una de las cosas más raras que vi al llegar a Mewni fue la dieta a la que se sometía Star. Me pareció totalmente desequilibrada, como si estuviesen intentando debilitarla quitándole alimentos importantes usando como excusa su supuesto estrés
— ¿Y entonces?
— Marco, Star es muy fuerte. Aunque coma poca comida por un año, seguirá siendo una chica muy capaz, claro, tal vez enflaque pero de ninguna manera su salud será tan grave como ahora. Sacando esta conclusión, me di cuenta de que tenía que haber algo más de fondo y tal vez tendría que ver con su nueva alimentación…
— Por eso pediste los ratones… —tanteó él y ella asintió
— Hay muchos venenos en el mundo y algunos en dosis altas son completamente mortales, pero en dosis pequeñas se vuelven completamente imposibles de rastrear con estudios porque el cuerpo de la víctima se adapta al veneno y los exámenes no muestran anomalías ya que se han vuelto parte de su sistema
— Demonios… —masculló Marco pasándose una mano por su cabello
— A Star le han estado dando veneno en pequeñas cantidades, afectando su salud y haciendo imposible para los médicos dar con la causa. Quien sea que está haciendo esto es un completo astuto pero no tanto como lo soy yo. El cuerpo de Star es grande y soporta las dosis pero uno pequeño como un ratón no…
— Les diste la comida de Star a esos tres ratones…
— Así es y murieron, pero en este caso el veneno en sus pequeños cuerpos sí es detectable porque para ellos las dosis fueron altas
— ¿Sabes con qué la están matando entonces?
— No, según las autopsias que les realizaron a los ratones que envié a los laboratorios. Es un extracto totalmente desconocido pero mortal para un ser vivo, quiere decir que no es originario de la Tierra pero quizás sea de esta dimensión o tal vez de otra…
— Joder, Janna… Eso no nos ayuda
— Lo sé, pero le voy a preguntar a Tom… Él seguro debe saber qué tipo de veneno es y podrá darnos un antídoto
— Star está en riesgo, en cualquier momento podrían darle una dosis tan alta que termine matándola —espetó él con desesperación
— ¡Ya sé! —chilló Janna— Pero sabemos el origen del veneno, si Star no consume la comida que le dan, estará a salvo
— Hay que descubrir quién lo está haciendo, iré a preguntar en las cocinas sobre quién está a cargo de la comida de la reina
— Y yo advertiré a Star sobre esto para que no consuma nada…
— También debes avisarle a Tom sobre el veneno —agregó Marco— Y esconde esa carpeta que puede ser lo único que tengamos para acusar al culpable…

Janna asintió mientras metía la carpeta debajo de la jaula de los ratones que volvió a dejar en una esquina y justo cuando ambos estaban dispuestos a dejar la suite para cumplir con sus propósitos. Alguien tocó a la puerta sobresaltándolos. Janna se arregló el cabello y trató de poner una cara inexpresiva, Marco se echó en el sofá con un libro en la mano y fingió leer mientras su amiga abría la puerta.

— ¡Hola, chicos! —saludó el príncipe Zed con una sonrisa brillante
— Su alteza —saludaron ambos inclinándose con respeto
— ¿A qué debemos su visita? —preguntó Marco
— Oh, es que me enteré de que tienen información que no me conviene que la reina sepa —soltó y su rostro amigable se convirtió en uno diabólico

¡Yo me Opongo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora