Capítulo 11

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Verga, disculpen si tardé... Es que pasaron cosas xd

Resumiendo, y no más para que sepan, me crushié de un lindo que me ha estado distrayendo todos estos meses 😭 pido perdón, es que él es divino y yo soy tan débil...

Arely tampoco me metió presión, estoy decepcionada y a la vez agradecida, tkm my friend.

¿Seguimos?

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¿Por qué el pasillo era tan jodidamente largo? Sentía como si hubiera caminado por horas y aunque odiaba la idea de llegar al altar junto al infeliz de Zed, estaba cansada, demasiado. El sudor chorreaba por su cuello y espalda, sus manos temblorosas sostenían débilmente el ramo y sentía que en cualquier minuto se caería pero se obligó a continuar, un paso tras otro, sonriendo y fingiendo que estaba bien, como lo había hecho todos estos años que estuvo separada de Marco.

Finalmente llegó al altar y Zed ensanchó una sonrisa grotesca que se obligó a corresponder. Lo odiaba tanto, tanto, ¡tanto!

- Mírate, qué hermosa estás -dijo
- Me gustaría poder decir lo mismo de tí -susurró asqueada cuando él se acercó para besar su mejilla
- Qué encantadora eres -respondió y asintió con la cabeza al oficial encargado de presidir su boda para que diera comienzo a la ceremonia

~•~•~•~•~

Aparecieron justo afuera del palacio donde se oficiaría el matrimonio. Marco soltó la mano de Moon y River pero a su lado no estaba Janna, ella no se transportó. El miedo lo embargó preocupado por su amiga pero sintió un inmenso alivio cuando Tom apareció con ella segundos después metros más alejados, con las manos entrelazadas y... ¿Janna estaba sonrojada?

Duró un segundo, al igual que la cálida mirada que intercambiaron sus amigos antes de que éste desapareciera dejando una estela de humo rojo y aroma a madera quemada.

- ¿Y bien? ¿Cuál es el plan? -inquirió Janna con una sonrisa felina
- Supongo que, impediré una boda -contestó él
- ¡Y nosotros te cubriremos! -secundó River mirando a su esposa
- ¡Entonces, hagámoslo! -soltó Janna y todos corrieron en dirección al palacio

~•~•~•~•~

Desconectó, estuvo ausente la mayor parte de la ceremonia. Solo asintió y sonrió, su mente solo pensaba en su familia, en Janna y Marco. Aunque le causaba repulsión, sostuvo las manos de Zed mientras vomitaba unos votos carentes de sentimientos. El oficial le preguntó a Zed si aceptaba casarse con ella, estar juntos en los momentos malos y buenos, en la salud y la adversidad, el dinero y la pobreza; y un montón de tonterías más que él no escuchó y que aceptó sin chistar.

- Star Butterfly, reina de Mewni; ¿aceptas al príncipe Zed Grey para amarlo, respetarlo y apoyarlo...?

Ignoró toda la palabrería y miró a Zed, aparentando serenidad y gusto de estar allí. Él le devolvió la mirada con enorme felicidad y quiso morirse en ese instante para no tener que soportar ni un segundo más de ese teatro.

- ¿Su majestad? -llamó el oficial y la rubia apartó la vista del príncipe para mirarlo
- ¿Sí?
- ¿Lo acepta usted? ¿A su alteza el príncipe Zed Grey?

Sus labios temblaron, abrió su boca para pronunciar las palabras pero éstas quedaron ahogadas con los gritos y el revuelo que se armó cuando se abrieron las puertas del palacio bruscamente. Magia las había impulsado y en medio de ellas. Marco Díaz, su Marco, su chico...

- ¡Yo me opongo! -gritó y no hicieron falta altavoces porque su voz tronó por todo el lugar- ¡Yo Marco Díaz me opongo a esta boda, a este circo!

El corazón de la Reina dió un vuelco frenético y sus latidos se apresuraron, ¿acaso era una alucinación producto del veneno? Allí estaban sus padres también, junto a él. ¿Estaba ya muerta? Sus dedos dolieron por la fuerza del agarre de Zed y parpadeó confusa al ver el horror en el rostro del príncipe, ¿y si todo era real? Volvió a mirar a Marco que avanzó con firmeza en dirección a ellos rodeado de murmullos incrédulos y gritos por parte de los invitados.

- ¿Señor, cómo se atreve a impedir este matrimonio? -soltó el oficial, y Marco si hubiera tenido rayos láser por ojos, ya lo habría fulminado
- ¡Me opongo porque a Star Butterfly la amo, porque sé que me ama también y porque Zed Grey la está envenenando!
- ¡Mentiras, guardias! ¡Llévense a este criminal! -gritó Zed
- ¡Guardias atrapen a Zed! -ordenó River
- ¡Marco! -chilló la rubia soltándose del agarre del príncipe y haciendo un torpe intento por llegar al chico antes de que le hicieran daño
- ¡Su majestad! -exclamó perplejo el oficial pero Star lo ignoró y con la escasa fuerza que le quedaba bajó las escaleras y avanzó a trompicones por el pasillo
- Marco... -gimió ella y las lágrimas rodaron por sus mejillas, el dolor era inconmensurable pero la dicha que sintió al caer en los brazos del moreno fue mucho más grande
- Star... -arrulló él y cayeron al piso, abrazados
- Marco... -murmuró la Reina débilmente- Te... amo
- ¡Star! -gritó el joven y sintió cómo su corazón se congeló cuando los ojos de ella se cerraron
- ¡Maten a Marco Díaz y su estúpida novia, ahora! -ordenó Zed a sus propios subordinados y estalló el pandemonium
- ¡Sobre mí cadáver! -rugió Janna apareciendo y con un gesto de su mano creó una burbuja invisible contra la que chocaron las flechas que iban en dirección a ellos
- ¡Maten a la chica! -replicó el príncipe señalando a Janna

Un guardia la agarró por los hombros y otro por las piernas, la burbuja cedió y aunque intentó zafarse usando magia la daga con la que atravesaron su espalda fue mucho más rápida. Y entonces, todo se congeló; inmensas llamaradas de fuego aparecieron e incineraron a cada uno de los caballeros de Zed, pero no quemaron a Janna quien ahora estaba siendo tiernamente sostenida por el Rey del Inframundo.

- Zed Grey, te arrepentirás de haber nacido -gruñó el demonio y con chasqueo de sus dedos hizo desaparecer al rubio en medio de fuego rojo como la sangre que goteaba de la espalda de la chica

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Gritos de perra loca, aquí...

Llantos por Star acá...

Cuchillazos para Zed por aquí...

Manifestación y velitas para que mí crush y yo estemos juntos, los recibo acá uwu

Muack, los quiero

¡Yo me Opongo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora