Ambos se conocen desde pequeños, ambos eran tan iguales y diferentes a la vez y ambos tenían una amistad un tanto inestable.
El tenía muchas cosas claras, una de ellas: todo empezó con aquel pequeño vestido negro, aunque también tenía claro que aque...
-¿Como cojones es posible que se haya ido después de decirle que no era buena idea irse sola? -pregunté irritado.
Tenía unas ganas increíbles de matar a Allison, y tenía miles de formas de como hacerlo. -No lo sé hermano, pero no atiende las llamadas. - contesto mi hermano, preocupado.
Ahora mismo estábamos en nuestra casa, junto a Rue y Maddy, que fue llamada por la primera nombrada, por si sabía donde podía ir al ser tan cercana a la pelirroja.
En la cara de Maddy se notaba que estaba igual de preocupada que nosotros, hacia ya 2 horas que había desparecido, y no daba señales de vida más allá de dejar en visto los mensajes.
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Estaba apunto de matar a alguien, al menos hasta que finalmente se digno a contestar una de las llamadas de Fezco, todos los presentes dejamos soltar un gran suspiro.
Quería matarla, aunque lógicamente no lo iba a hacer.
Cuando por fin llegó a casa, Fezco se apresuró a abrir la puerta, pero cuando lo hice lo aparte y la hice entrar cogiéndole de la muñeca.
-¡¿Estas loca!? -le pregunte enfadado. -Osea sabes que te están vigilando y vas y sales sola ¡y sin contestar mensajes o llamada! -seguí hablando, ella me miraba calmada, con esa típica mirada suya de que sabe que tengo razón, pero nunca lo admitirá.
-Ash, calmate. -pidió mi hermano, apartandome. -Allison no vuelvas a hacer esto joder. -le dijo acercándose.
La pelirroja seguía mirando, sin decir ni una sola palabra. Conocía esa mirada, solo se la vi una vez, pero no significa nada bueno.
Conocía a la chica, vamos, la conocía más de lo que ella creía, sabía que ahora mismo estaba pensando de todo, y no era buena señal, la única vez que la vi así, intento escapar de la realidad de todas las formas posibles, incluso con droga.
Vamos, alguna vez lo habíamos echo, pero nunca llegué a ver una versión tan mala de Allison, como en ese periodo.
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Deje salir el humo del cigarro mientras alguien se sentaba a mi lado, sabía que era ella, no necesitaba mirarla. -Estas enfadado ¿cierto? -preguntó, no me estaba mirando, aunque quería.
-¿Por cual de todos los motivos que tengo? -dije irónico, claro que estaba enfadado. -Te dije que no era buena idea que salieras sola, Allison. -dije, ahora si mirándola.
-Se cuidarme sola Ashtray. -contestó también mirándome, con esa intensa mirada que hacía siempre.
Deje salir una risa, haciendo que me mirara confundida. -Cariño, ya se que sabes cuidarte. -conteste volviendo a apartar la mirada. -Eres... Dulce, pero no dulce en el sentido que cualquiera pensaría cuando te dicen eso. -seguí, notando su mirada aún más confundida. -Eres dulce en el sentido de adictiva, tan dulce que si confían en ti podrías matarle. -finalice apagando el cigarro.
La chica se mantuvo callada durante unos segundos. -¿Adictiva? Claro que no. -contestó mientras empezaba a recoger su cabello.
Me calle durante unos largos segundos, esa chica es tan adictiva como la droga.
-Eres tan adictiva como peligrosa, Williams. -respondí levantándome de mi silla. -Si tu preocupación es que estuviera enfadado, lo estaba, pero ya no, buenas noches Allison. -di por finalizada la conversación mientras salía de la terraza con su mirada siguiéndome.
A L L I S O N
¿Dulce en el sentido de adictiva?
Sus palabras me dejaron, tan descolocada, no entendía a que se refería, intentaba buscarle el sentido, pero no se me acudía nada. A veces me sorprendia como Ashtray podía dejarme tan confundida con tan pocas palabras.
Tire mi cabeza hacia atrás mientras cerraba con fuerza los ojos, estaba tan confundida y bloqueada, que ni sabía que hacer, suspiré mirando como el sol empezaba a esconderse, teñiendo el cielo de un tono naranja.
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-¿Segura que dijo eso? -preguntó una Rue completamente drogada. -¿Porque diría eso? -
Alce mis hombros sin tener una respuesta clara. -Sigo buscándole el sentido, pero nada. -dije extendiendo la mano para que me pasara el porro.
La chica sin dudarlo me lo paso, y después de un rato, estaba completamente relajada. -Nena ¿también te da todo vueltas? -pregunto la morena divertida.
-Si Rue, si me da vueltas todo. -dije riendo, me sentía como si estuviera volando, y era lo que necesitaba.
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Espero que os esté gustando, si tenéis alguna idea, es bienvenida.
