Ambos se conocen desde pequeños, ambos eran tan iguales y diferentes a la vez y ambos tenían una amistad un tanto inestable.
El tenía muchas cosas claras, una de ellas: todo empezó con aquel pequeño vestido negro, aunque también tenía claro que aque...
—Venga por favor Alli. —rogó, llevaba así como 10 minutos.
—Maddy sabes que no me caen bien Cassie y Nate. —dije mirándola, la chica quería que la acompañará al cine.
—También irán BB y Kat, venga perra, por favor. —suspiré mirándola para finalmente asentir y que ella me abrazara. —Así me gusta. —
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Llevábamos como 1 hora en el cine, mi móvil no para de vibrar, y estaba apunto de romperlo, finalmente decidí que lo mejor era salir y ver que pasaba. Nada más salir un aire frío chocó en mi rostro, saque mi móvil y vi que era otra vez ese puto número, y su nueva amenaza volvió a helarme la sangre.
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La sensación de que alguien me observaba se hizo más intensa, y estaba batallando si irme o quedarme, era la décima amenaza que recibía, ni Fezs ni Ash sabían, no quería darles más problemas.
Estos son los errores y tonterías que te comenté antes amigo mío.
—¿Que haces aquí? —preguntaron a mis espaldas, al girarme me encontré con Cassie. —Cielo estas pálida ¿estas bien? —pregunto con una falsa bondad.
—No son asuntos tuyos Cass. —dije evitando el tema, no quería explicarle nada a ella.
—¿Como haces eso? Lo de hacerte ver como niña buena, cuando eres peor que la droga. —preguntó volviendo a su tono de odio. —Sabes Williams... Eres una persona despreciable Allison, no me extraña que tus padres te abandonaran. —dijo, juro que quise pegarla, pero me contuve.
—Por lo menos mis padres lo hicieron por motivos coherentes, no como tú padre te abandono a ti, ¿no Cass? —pregunté con una sonrisa.
Me gire y le mandé un mensaje a Msddy, disculpándome, por irme así, y luego camine rápido a casa, enviándole mi ubicación a Ashtray y Fezs, algo no andaba bien, cada vez me sentía más observada, por lo que no me quedó de otra que correr los 2 kilómetros que me quedavan para llegar. Nunca había estado tan paranoica, y no me gustaba eso, porque me comía la cabeza demasiado, y quería deshacerme de eso.
Cuando llegue a casa rápidamente Ash me abrió la puerta, el me miró sin entender nada, pero yo sin palabras me acerque y lo abracé, sorprendiendolo, pero no me apartó, e internamente, lo agradecí.
Después de eso sin decir nada subí a mi habitación, sentía falta de aire en los pulmones, y no era por cansancio, entre y cerré la puerta detrás de mi, rebusque en mis cajones hasta encontrar mis pastillas de ansiedad, las había dejado de utilizar meses atrás, pero diablos, las necesitaba.
Cuando me sentí más calmada me dirigí a mi cama, pero una caja llamó mi atención, la cogí, era pequeña, aterciopelada, y tenía una nota al lado.
Espero disfrutes esto, tu madre le hubiera gustado que lo tuvieras.
Tragué en seco, negando con mi cabeza, esto tenía que ser una pesadilla, abri la cajita temblorosa, y ahí estaba, ese puto collar que mi madre nunca se quitaba. Había jugado mil y una veces con ella cuando estaba nerviosa y mi madre tenía que calmarme, tiempo después cuando llegue a donde estoy ahora, lo hacia con la de Ashtray o Fezs. Deje todo encima de la cama y sin pensarlo baje al salón, donde estaban los hermanos.
—¿Porque estas tan pálida? —pregunto el mayor. —¿Estas bien Alli? —su tono era preocupado.
Batalle internamente en su contarles o no, finalmente decidí que no, y asentí, dando a entender que estaba bien.
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—Cariño ¿podemos hablar? —pregunto el pelirrojo entrando a mi habitación, asentí y di palmadas en mi cama para que se sentará.
El cerro la puerta y luego se sentó a mi lado, suspirando, me estaba preocupando, podía ver en sus ojos que algo le atormentaba o bueno algo similar.
—¿Segura estas bien? —preguntó, tomándome por sorpresa, asentí nuevamente. —Allison por favor dime la hora verdad, porque no soportaría que algo te pasará. —dijo, se notaba su honestidad.
—Estoy bien Fezs, solo ya sabes, aún siento que me observan. —el puso una mueca, sabía que no iba a insistir más.
El solamente me abrazo, y yo empecé a jugar con su cadena, pensativa, y sabiéndo que tarde o temprano me iban a matar si Fezs o Ash se enteraban.
Pero siendo honestos, y sincerandome contigo, querido lector, aunque muera en mil vidas, nunca podré olvidar a esos dos hermanos, y sabía que ellos a mí tampoco.
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Espero que os esté gustando, no sabía como hacer este capítulo.
