Las clases habían terminado, viernes, eso significaba que no iba a haber más clases hasta la semana que viene. Pero se acercaban las fiestas, y eso significaba que los exámenes más importantes del trimestre estaban a la vuelta de la esquina y había que estudiar.
Frankie estaba con sus amigas en un banco que había justo enfrente de la academia, fumando vape, era la única del grupo que fumaba vape, sus amigas no porque no querían y porque sus padres no les dejaban, y eso que todas eran mayores de edad.
Ella podría dejarlo, pero ya estaba viciada a su sabor, ya no podía parar y cada vez que tenía la oportunidad de fumar, fumaba.
Sonó el timbre, significado de que empezarían a salir alumnos por la puerta de la academia para irse a su casa a jugar Poppy Playtime porque era viernes y el finde semana sería cuando se pondrían a estudiar a saco.
Pero estas chicas, como he dicho antes, no estaban saliendo de la academia. Ya habían salido, con el pretexto de que tenían que salir antes, pero no era verdad.
Al principio si era verdad, Jennifer tenía que cuidar de James, Lucy tenía que trabajar e ir al gimnasio y Mía debía ir a teatro. Simone y Frankie nunca habían tenido nada que hacer, así que para no quedarse solas en clase, pues ellas también se iban y quedaban para dar una vuelta.
Pero ahora no tenían por qué salir de clase a esa hora, a Lucy la habían despedido en el trabajo, el gimnasio había cerrado. James ahora tenía una mejor familia, por lo que Jennifer pasaba menos tiempo con él. Y Mía ya no iba a teatro, no había cursos para mayores de edad.
Se había vuelto costumbre y rutina salir de clase siempre a la misma hora, quedarse en el banco y mirar fijamente a la academia en lugar de aprovechar los últimos minutos de clase EN CLASE, parecía no haber quejas, pero Frankie ya empezaba a hartarse.
-. Qué manía con salir de clase tan pronto.
-. Así vemos salir a la gente. -fue la respuesta de Jennifer.
Pero Frankie no le bastó.
-. ¿a mi que me importa ver salir a la gente?
Mia la miró.
-. No lo entiendes -fue lo que dijo, siempre en un tono tan bajo- es a ella a quien quiere ver salir.
Y en ese momento salía Elke de la academia, con sus broches de Evanescence y My chemical romance alrededor de la ropa típica de emos del dosmil diez (con una falda) y su cabello largo con un enorme flequillo que a veces le dificultaba escribir en el móvil. Tal vez estaba hablando con su amiga Queenie, que estaba mala y no había podido ir a la academia.
Claramente era a Elke a quien esperaba ver salir. Frankie no daba crédito a lo que veía.
Siempre era Elke.
-. Mírala, -dijo Jennifer, con mirada de depredador- dan ganas de pegarle una ostia.
-. ¡Jennifer!
Simone le había llamado la atención. Simone, la amiga kawaii que siempre se vestía de rosa y nunca se enfadaba, le había llamado la atención; y Jennifer la miró como si se extrañara al respecto.
-. ¿Qué? -preguntó Jennifer- A ti te gustaba que la maltratáramos.
-. Tenía entendido que ya habíamos rectificado. -dice Frankie- Han pasado muchos años ¿de verdad sigues en ese mundo?
-. No entiendo que hace aquí -respondió Jennifer- seguro que es una infiltrada.
-. No lo es -contestó Simone, otra vez a la defensiva- Barry ya habría hecho algo al respecto, a parte a Elke le va muy bien en la academia, saca muy buenas calificaciones ¿por qué tendría que irse?
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R.A.P (Real Academia de Poderes)
Science FictionUna historia más que me inventé en uno de mis momentos esquizofrenicos y espero terminar.