Barry (parte 1)

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Otra vez le vibró el móvil, ya era la tercera vez que le vibraba el móvil en todo el día, la primera vez fue cuando estaba hablando con Finn en la piscina, la segunda mientras una de sus clases estaba haciendo un examen y la tercera ahora.

No quería mirar el móvil, otra vez no, podía ser Finn, o Helena, preguntándole cómo le había ido el día; pero Barry sabía perfectamente que no iba a ser ninguno de los dos. Si le vibraba el móvil era que le había llegado otra foto de Frankie.

El autobús estaba tan en silencio que Barry se sintió en la obligación de pedir perdón, de disculparse. Iba a dejarlo ahí, pero entonces se percató de que al lado suyo había una anciana con el pelo hacia atrás que le recordó a su tía Enri con un jersey de lana acurrucada en uno de los asientos para personas mayores, mirándole fijamente.

Barry por un momento sintió ternura hacia la anciana, pero luego le dio mal rollo, la anciana no despegaba la vista de él. Como si le estuviera obligando a coger el teléfono, que le acababa de vibrar.

Le dedicó un amable saludó nervioso con la mano y una sonrisa, hecho esto, Barry se centró en la pantalla del autobús para ver si estaba cerca de la parada de su casa, en su mente, si no miraba a la anciana, ella perdería el interés. Pero no fue así.

-. ¿No vas a coger el telefono? -preguntó la anciana- A lo mejor es tu novia.

Barry volvió a mirar a la anciana, sentía unas ganas de gritarle que no se meta en su vida, y que no tenía novia, todo lo contrario. Pero no iba a hacer eso, si se le ocurría levantarle la voz, tal vez le echarían del autobús y a Barry le quedaban dos paradas para llegar a su casa. Sería un gran pateo andando.

Por lo que se aguantó y miró el móvil, efectivamente, el mismo número desconocido le había enviado una foto.

El móvil reconoció la cara de Barry y se abrió automáticamente hacia la aplicación del whatsapp y hacia el contacto del número desconocido.

Todo lo que había en ese contacto eran fotos de Frankie, esta vez la foto mostraba a la joven Frankie tomándose un helado de tarrina en el parque, el helado era de fresa y pistacho; a Barry no le gustaba el helado de fresa, sabía a apiretal, pero el helado de pistacho le encantaba.

Sin dejar su estética futurista y cibernética a la hora de vestir, Frankie estaba sentada en un banco mientras que con una mano, tenía el helado de tarrina y en la otra se estaba quitando sus gafas especiales que protegían a la humanidad de los rayos láser que salían de sus ojos. Ya que no había peligro en el momento de hacer la foto, los ojos habían vuelto a ser marrones y no rojos.

Ojalá poder borrar la foto, no la quería para nada, y si Finn la descubría podía tener problemas que no estaba buscando. Pero Barry ya lo había intentado todo, había probado borrar la foto, pero el móvil no le daba la opción. Había llamado, pero nadie respondía y hasta se le había ocurrido mandarle un mensaje por ese mismo chat cantándole las cuarenta, pero otra vez, el móvil no le daba la opción. Solo podía ver las fotos que ese sujeto le enviaba, no podía eliminarlas ni hacer nada más, solo verlas.

-. Que chica tan guapa ¿es tu novia?

La anciana que no había parado de mirarle se había puesto justo al lado de Barry, y en lugar de mirarle a él, miraba la pantalla del móvil cual cotilla.

Barry intentó disimular sus ganas de cantarle las cuarenta a ella con una respuesta simple:

-. No, estoy casado.

-. Vaya -respondió la anciana- ¿es tu hija?

Pensaba que con la primera respuesta, la anciana ya se daría por vencida, pero estaba dispuesta a continuar.

R.A.P (Real Academia de Poderes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora