Podía ser un buen día, y lo era si estaba Queenie con ella, aunque no lo parezca, su única amiga.
Tenía a más amigas: a Petra, Margot, a Olivia… y ya está, a Olivia, nadie más. Pero con ellas no tenía tanta confianza.
Queenie era su media naranja, se vestían igual, oscuro; Queenie era gótica y Elke era emo, dos estilos que la sociedad confundía desde siempre; tenían los mismos gustos y más o menos los mismos pasatiempos (dibujar en clase de valenciano)
Aún le tenía que devolver un collar que le prestó para una obra de teatro. Y eso que Queenie era muda.
-. Hola -le dijo una voz detrás de ella.
Alguien tiró a Elke hacia atrás, haciéndole perder el equilibrio y caer al suelo.
Pasó todo súper rápido, pero igualmente pudo ver a la persona que la había lanzado hacia atrás.
-. Jennifer -dijo Elke- ¿en serio? Diecinueve años y sigues metiéndote conmigo como cuando teníamos cinco.
-. Para mi no ha pasado el tiempo -…- ya que tienes diecinueve años y sigues igual que cuando teníamos cinco.
-. ¿Igual en qué sentido?
Cualquiera diría que Jennifer se estaba metiendo con ella, Elke parecía disfrutarlo, o por encima de eso, parecía que le daba completamente igual.
-. No sé -dijo Jennifer arrastrando la essse, y se teletransportó detrás de Elke y se acercó a su oído- tal vez en el sentido de que mientras nosotras, o mejor dicho, toda persona dentro de la academia tiene poderes, tu… no tienes nada.
Se teletransportó otra vez, delante de Elke. Se había formado un círculo de jovenes alumnos expectantes del chisme. A Elke le daba igual.
-. Ahhh -dijo Elke, tumbándose mas aún en el suelo, como si quisiera dormirse- ósea que te preocupas más por mis poderes, cuando te debo importar bastante poco, por encima de tus amigas, James, o algún otro vinculo tuyo que desconozco.
-. La otra vez estaba con James y le hablé sobre ti, os llevaríais muy bien -…- y me dijo: ¿qué hace Elke en la academia esta si no tiene poderes?
-. Tal vez tengo un poder que aún no se ha manifestado.
-. ¿Tal vez?
Jennifer se teletransportó detrás de Elke otra vez.
-. ¡Jennifer! ¡Para ya, ostia! -gritó Elke, incorporándose en el suelo- ¡Me vas a marear!
Jennifer no podía con la indiferencia de Elke, intentaba asustarla y no podía.
-. Si sabes que tienes poderes significa que ya los has manifestado.
-. No tiene por qué.
-. No sabes que tienes algo hasta que lo encuentras. -dijo Jennifer- ¿Dónde estabas en el momento en el que manifestaste tus poderes que yo no lo vi?
-. ¿Puede ser que haya estado lejos de ti en ese momento? -le respondió Elke, eso era una vacilada- ¿tal vez porque no te quiero ver?
Elke escuchó como Jennifer volvía a teletransportarse delante de ella.
-. Mia está aquí, escondida entre este circulo de gente que ves delante de tí -dijo Jennifer, señalando la multitud que se había agrupado formando un círculo y mirando la escena- ¿Sabes porqué están así? Están mirándote, quieren saber qué poder tienes, quieren ver lo que haces, saber si es un poder difícil, o fácil. Quieren saber por qué llevas aquí toda la vida y no muestras ningún ápice de tu poder.
-. ¿Es en serio? -dijo Elke, con voz desganada y se dirigió al grupo de gente- ¿Tan aburrida es vuestra vida que decidís perderla conmigo?
Todo el mundo empezó a reír, algunos solo sonrieron, los chistes hechos con el autoestima baja no eran muy buenos.
ESTÁS LEYENDO
R.A.P (Real Academia de Poderes)
Science FictionUna historia más que me inventé en uno de mis momentos esquizofrenicos y espero terminar.