Frankie al final no se presentó en la biblioteca de la ciudad, su madre envió un mensaje al grupo de amigas dando a entender que había muerto en el ascensor y que estaba destrozada por la muerte de su hija.
Simone había perdido a una amiga.
Ella también estaba destrozada.
Destrozada porque cada amiga contaba, quería muchísimo a sus amigas básicamente porque su familia no la quería a ella, y prefería quedar fuera de casa con tal de no estar más con la familia que le había tocado.
La muerte de Frankie para Simone no fue como la muerte de una amiga cualquiera, sino como la de un familiar.
Por eso prefería estar con amigas, las valoraba mucho, las quería y les demostraba su cariño, hacía un mes de la muerte de Frankie y aún dolía. Pero la vida seguía igual. Sonaba la alarma que indicaba la hora de levantarse y en cuanto Simone la apagó, escuchó la telenovela que estaba viendo su madre en el salón desde su habitación, casi podía enterarse del chisme sin moverse de la cama.
Se puso su outfit favorito, como siempre, rosa, se maquilló como le gustaba, y se puso sus accesorios favoritos: un anillo de una serpiente y unos aros pequeños. Preguntándose en qué pensaría el profesor Barry al verla, si parecía que se le estaba insinuando o no, la verdad, ella no pretendía eso.
Era viernes, muchos odiaban el viernes porque aunque era un día muy amado (al día siguiente no había clases) las clases que tocaban los viernes eran las más aburridas, pero Simone los amaba; porque Barry daba la mayor parte de clases los lunes y tenían dos horas de Control, tal vez le tocaría exhibir el último vehículo que Simone había construido: Frankenstein 16, en mención a Frankie, el cual se podía convertir en todo tipo de vehículos: desde coche, a avión o incluso patinete.
Hoy había soñado con el profesor Barry, hacía años que soñaba con él, no ocurría nada subido de tono en esos sueños, pero le gustaba tenerlos, aparecía el profesor Barry en ellos y solo por eso merecían la pena ¿El profesor Barry soñaría con ella también?
Ojalá poder inventarse un aparato para almacenar sus sueños con el profesor Barry para poder verlos una y otra vez, como una película en el móvil y poder soñar otra vez con él.
Bajó a desayunar, efectivamente su madre estaba viendo la telenovela a altas horas de la mañana. No podía molestarla,
Simone se fue a la cocina sin hacer ruido.
-. Hola, buenos días.
Como siempre o como casi siempre, su madre no respondió a la primera, no iba a perderse la novela.
Simone hizo su marcha, sacó el cartón de leche de la nevera y unas galletas de la despensa, más vacía que de costumbre y se sirvió la leche.
-. ¿Y papá?
Su madre no contestó, estaba demasiado absorta en la telenovela.
Simone ya estaba harta de todo el rato lo mismo, había llegado a pensar que sería una buena idea coger un bate y destrozarle la tele en su cara, o simplemente cortar la electricidad.
No tendría microondas para hacerse un vaso de leche ni otras cosas, pero de esta manera su madre no tendría la telenovela y podría prestarle más atención a Simone, solo un poco más.
Respiró hondo mientras el corazón le iba a mil por hora y en su cerebro le aparecían imágenes de la televisión rota, no podía hacer eso, era Simone, la chica de rosa, destacaba por su felicidad dentro de la academia hacia sus compañeros, no podía permitirse el lujo de cometer barbaridades.
-. Mamá.
-. ¿Eh? -dijo su madre sobresaltada, mirando a Simone en lugar de a la pantalla.
-. ¿Y papá?
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R.A.P (Real Academia de Poderes)
Fiksi IlmiahUna historia más que me inventé en uno de mis momentos esquizofrenicos y espero terminar.