Pesar

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La noche callo sobre la cabaña, aunque no era realmente espaciosa por lo menos era tranquila.

Iroh callo en un sueño profundo, sudaba un poco y fruncía el seño bastante por el dolor. No se podía hacer mucho solo esperar a que se le baje la fiebre con paños limpios y medicamento.

Un momento después de haber humedecido el paño, Akame dejo a Iroh y se fue a sentar junto a Zuko. Se veía bastante abatido y con mala cara.

- Todo está bien Zuko, se recuperara - Akame masajeó su hombro - Sabes que puedes desahogarte conmigo - Podía ser un poco de sus emociones expresadas en su rostro.

Zuko se quedó en silencio. Un sentimiento de culpa mezclado con irá se mezclaba en su pecho, como una llama ansiosa por consumirlo todo. Miro a Akame quien mantenía un semblante tranquilo, dibujando garabatos en una pequeña libreta de bolsillo. Akame lo miro, sonrió ampliamente con ojos brillantes.

- ¿Qué opinas de mi dibujo? - Los garabatos eran casuales y sin mucho sentido.

- Que dibujar no es lo tuyo.

- Ah, que malo - Akame miro de nuevo sus dibujos - No son tan malos - Golpeó la rodilla de Zuko.

Una ligera sonrisa apareció en el rostro de Zuko, haciendo desaparecer el pequeño enfado de Akame. Dejo su libreta de lado, se recostó sobre su hombro, entrelazó sus dedos con los de Zuko, su mano era grande y generaba bastante calor. Estar junto a él es suficiente para pasar la fría noche.

Él se percató de que su irá había disminuido, miro sus manos entrelazadas, con una pequeña pero satisfactoria sensación de felicidad creciendo en su corazón. Teniendo la necesidad de hablar con ella.

- Es ... Esto es mi culpa - Cabizbajo empezó a hablar - Si tan solo lo hubiera predicho, si yo... Soy un desastre - Un cúmulo de emociones lo golpeó, como si recibiera una reprimenda del pasado.

- Zuko ... - Akame lo miro, apretó su mano, buscando las palabras para decirle algo - Ya pasó, no es culpa tuya por qué esto se sobre salía de tu control... Si tuviéramos que culpar a alguien, sería a la chica de la nación del fuego, que se aprovechó de la situación - Se restregó un poco en el hombro de Zuko - No te preocupes por algo que ya pasó, preocúpate por la recuperación de tu tío.

Zuko se sentía un poco pesado, tal vez era el cansancio acumulado por el largo viaje pero tenía sueño. Los pensamientos constantes le hacían doler la cabeza, y sus emociones le hacían punzadas en el corazón.

- Vamos a dormir - Akame notó su cansancio, así que se preparo para dormir.

- Si.

Solo tenían dos colchas y una era usada por Iroh así que tuvieron que dormir ambos en una. Se abrazaron para poder dormir.

Akame durmió en cuanto se acostó. En cambio, Zuko se quedó despierto un rato más, oyendo la respiración constante de la persona que abrazaba, la calidez que emanaba de su cuerpo, la sensación de felicidad que llenaba su corazón. Sin duda no esperaba que esto pudiera pasarle cuando empezó su búsqueda por el Avatar, mucho menos cuando se hizo fugitivo, tampoco sabía que podía sentirse así.

¿Qué hubiera pasado si no se hubiera lastimado ese día? ¿Tendrían la misma relación?

No lo sabe, pero ahora, se siente más feliz que antes.

La chica del campo (Zuko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora