CAPÍTULO 7: MESTRAL (1)

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— ¡Feliz aniversario, Wen! —Gaipa dio un abrazo al cumpleañero, a la vez que le entregaba un paquete— Es de parte de Alan y mío —sonrió—. Siente no haber podido venir a tu fiesta.

— ¡Gaipa! —el homenajeado se colgó de su cuello, siendo evidente el aroma a alcohol intenso que desprendía— ¿Te he dicho alguna vez lo muy contento que me hace que tú y Alan estéis juntos?

Jim corrió en su rescate, calmado al muy animado Wen que parecía pletórico de alegría en su fiesta de aniversario. Consiguió con mucho esfuerzo finalmente liberarlo de su agarre, provocando que sustituyera un cuerpo masculino por el de su novio.

El joven se alejó del lugar y se dirigió a saludar a los restantes invitados de la fiesta, dado que no quería monopolizar al protagonista de la velada. La gran mayoría de asistentes no los conocía, por lo que se sentía incómodo. En un inicio, intentó mantenerse ocupado con Saleng, Praew y su bebé, pero, debido a la escasa edad de la pequeña, la familia había tenido que dejar la fiesta antes de tiempo.

Li Ming y Heart lo habían acompañado durante el resto de la velada. Habían venido aprovechando su periodo vacacional en la universidad, compartiéndole gran parte de sus aventuras y desventuras. No obstante, la pareja parecía necesitar algo de tiempo a solas, escabulléndose ambos por momentos, por lo que, finalmente, Gaipa decidió ir inspeccionando el lugar.

No solía ser alguien dependiente, pero echaba de menos que Alan no lo acompañara. Usualmente, asistía a los aniversarios del grupo, pero Jim había querido que la celebración de este año de Wen fuera especial, por lo que había decidido que uniría a todos los amigos y conocidos de su novio en una misma sala y le ofrecería una fiesta sorpresa.

Lamentablemente, a Alan le había surgido un imprevisto familiar, por lo que Gaipa se sentía completamente solo en aquel lugar.

«Si conviviéramos juntos, sería más fácil», pensó.

Había intentado sacar a relucir el tema en más de una ocasión de forma sutil con Alan, comentándole las recién convivencias que se habían producido entre sus amigos y conocidos con sus respectivas parejas, pero el banquero procedía a cambiarle el tema.

Era la primera vez que tenía una relación, por lo que todavía era muy ignorante al respecto. Quizás quería correr demasiado, pero sentía que, después de los más de dos años que llevaban juntos, necesitaba empezar a convivir con Alan. Además, resultaba un poco absurdo que no hicieran el paso todavía cuando cada fin de semana pasaban la noche juntos en la casa de uno de ellos.

No obstante, viendo sus reacciones cuando intentaba tantear el terreno, temía que su respuesta fuera negativa y alterase el buen ambiente que se había generado en su relación.

Y es que su relación era francamente buena. Podían tener alguna discusión absurda, pero ambos lo hablaban rápidamente y se solucionaba. Alan se había convertido en el gran apoyo que había necesitado para sobrellevar el duelo de su madre, en tomar la decisión de continuar sus estudios cursando un máster a distancia e incluso en un futuro mediato vender su parada en el mercado para profesionalizarse sus estudios.

No entendía por qué no podían convivir llegados a este punto.

Como tampoco comprendía la razón por la que todavía no conocía a la familia de Alan.

—Vale, tengo que confesarte algo —Li Ming vino por detrás de Gaipa y lo sujetó por el cuello, susurrándole al oído—. Tío Jim va a pedirle matrimonio a Wen hoy —tiró de su cabeza emocionado, mientras Heart intentaba calmarlo—. Necesitaba comentárselo a alguien más que a Heart y te perdimos antes de que pudiera hacerlo —dejó ir su agarre, soltando un suspiro—. Ya puedo volver a ser persona.

Lo que no nos explicaron (AlanGaipa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora