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Ambrosius al llegar a su departamento noto el mensaje de Ballister

"Necesito que hablemos, te quiero"

Los días pasaron y Ambrosius buscaba no encontrarse en el trabajo y cuando este se presentaba en su departamento no abría hasta el día de su viaje, salió de su departamento temprano y llevo sus cosas a un hotel mientras esperaba el vuelo, después se dirigió a la agencia para recibir indicaciones encontrando a Ballister

—Llegaste Ambrosius—Cornelius lo invito a sentarse al lado del moreno, pero este lo rechazo—Bueno, ¿quiénes irán contigo Ambrosius?—

—Pues solo mi asistente—El rubio notó como Ballister se incomodó por lo dicho

—De acuerdo, acompaña a Ballister él te dará todo acerca del caso—Ballister se levantó del lugar y Ambrosius lo siguió hasta llegar a una habitación solitaria donde había toda clase de documentos

—¿Así que Argentina?—Soltó el moreno mientras buscaba los archivos del caso
—¿Por qué no me lo mencionaste?—Al no haber respuesta, las lágrimas empezaron a formarse, pero las retuvo—Dime algo, lo que sea por... por favor—Al voltear notó que el rubio no se encontraba ahí, pero su asistente entraba, de inmediato le entrego el archivo y esta salió del lugar

"¡Porque, Porque, Porque!" Ballister se recargó en la pared para dejarse caer y cubrir su cara con sus manos, sin embargo, Jessica pasaba por el lugar notando a Ballister, la chica se acercó y ayudo al moreno a levantarse para después darle un pañuelo y limpiar el pequeño rastro de lágrimas

Jessica acompañó a Ballister a su departamento y este como muestra de agradecimiento le invito un café

—Solo intenta no hacer tanto ruido, mis hijos siguen durmiendo—Jessica asintió y tomo asiento mientras esperaba que Ballister terminara de preparar su café

—¿Qué paso hace rato?—Ballister sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y se paralizó
—Si no quieres decirme no pasa nada—Ballister soltó un suspiro pesado

—Yo... yo ya no sé qué hacer Ambrosius me ignoro y le di estos días para que se tranquilizara, llego al trabajo y me entero de qué... que lo nombraron capitán y me alegro por él, eso es algo que siempre quiso, pero después me entero de que se va de viaje por no sé cuanto tiempo y no me dijo nada, luego intento hablar con él y él solo huye... está huyendo de mí—Jessica se levantó para acercarse a Ballister y darle palmadas en la espalda esperando que así se tranquilizara

—No es tu culpa—

—Pero, ¿y si lo es? Yo fui quien no le comento de ese estúpido que no se cansa de joderme, si se lo hubiera dicho todo sería diferente—

—Mejor cambiemos de tema, me enteré por ahí, no es por ser chismosa que la adopción de los niños puede acelerarse, necesitas prepararte en caso de que ya sabes vean el estado en el que vivirán los niños—

—No hay problema con eso, desde ayer estoy viendo opciones de casas, un poco grandes para que estos jueguen, también estaba pensando en comprar un auto para no llevarlos en taxi siempre, y les voy a enseñar lo que les haga falta, una vez tenga la custodia total voy a llevarlos a la escuela—

—Para tu tren, ¿Quién los va a cuidar mientras trabajas?, y más importante, ¿no será muy pesado para ti ir al trabajo y llegar a darles clases?—

—Cornelius me dejo trabajar en casa mientras que el proceso de adopción se termina—

—¿Tus padres saben que muy pronto van a ser abuelos?—

—No bueno, yo no tengo contacto con ellos desde... desde que cumplí 18 años, ellos no fueron muy presentes en mi vida, pero aun así los quiero, esos pequeños no tienen a nadie y no merecen eso, por eso decidí adoptarlos—

¿Tú Y Yo? [Ballister X Ambrosius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora