Capítulo 8. Alianza.

2.3K 290 11
                                    

La thunderhawk llego a los pocos minutos de que el capitán Matos la solicitara, se le indico que primero llevara a los guardias imperiales y a las sonoritas para recibir ayuda médica de ser necesario. Por su parte marines junto al Doom Slayer irían a informar a los habitantes con los que encontraron antes sobre que la amenaza a su mundo fue eliminada.

Aunque el Doom Slayer había aceptado seguirlo, el rechazo por parte de uno de los marines es notable. No tomo mucho el encontrarse con los sobrevivientes quienes no pudieron ocultar su alegría y fascinación por el guerrero de verde. Es imposible no reconocerlo, además de su armadura que difiere de los astartes, su estatura es mucho más pequeña que las de sus acompañantes.

Similar a lo que hicieron con los ángeles, se postraron ante el individuo que los había salvado, los más atrevidos y tal vez cegados por el sentimiento se acercaron tratando de tocar sus pies. Sin ser alguien que le guste el contacto si no es para destrozar el enemigo intento retroceder, pero noto que estas personas realmente están con la última pizca de cordura que le dejo la desesperación.

Se mantuvo firme sin tratar de rechazar su agradecimiento. Tal vez ahora sea un ser que le encanta el prolongar el mayor tiempo aceptable el sufrimiento que le puede causar a un demonio, pero antes fue un soldado que velo por los civiles al punto de desobedecer una orden con tal de protegerlos que sería el detonante que lo llevaría a lo que es ahora.

Pronto el sonido de la nave se hizo presente, los marines les indicaron a las personas que ahora podían estar tranquilos y que las cosas volverían a la normalidad pronto. El Slayer subió a la nave, estando en el aire se mantuvo mirando geografía del planeta. Hay posibilidad de caerse por alguna imperfección o sacudida, pero poco le importa al Slayer, al fin de cuentas ni siquiera una caída desde la órbita le haría un rasguño.

Durante el tiempo en la nave, Vega se tomo la molestia de contarle de forma superficial acerca del Doom Slayer. De como este es humano, pero que debido a su tiempo combatiendo contra los demonios se fortaleció hasta el punto de lo que es ahora. Por su parte, los astartes le dieron un introducción al estado del imperio, de la misma forma sobre el emperador y por ultimo de sus hijos los primarcas.

-Hemos llegado- comento el capitán. -Lo mejor sería ir de una vez a la nave principal, pero hay algunas personas con las que gustaría presentarte y evitar que te topes con otras que posiblemente que dificulten tu integración a la tripulación.

Mientras el capitán aclaraba las cosas, la imagen del mechanicus llego a su cabeza, pueden ser una parte importante del imperio, pero son de las cosas más molestas que tratar cuando hay tecnología desconocida de por medio.

Por su parte el Slayer presto la atención necesaria para entender lo que le importaba. Espero hasta que la nave aterrizo y salió para toparse con miradas. Entre ellos había marines combatientes y contadas miembros de las ordenes hospitalarias quienes trataron tanto a las hermanas como a los guardias. Las pocas presentes son las que aun esperaban la retirada cuando les llego la noticia de la victoria y de la posibilidad de recibir sobrevivientes.

Poco le intereso la combinación de miradas de temor, desconfianza e increíblemente algunas de agradecimiento así procedió a seguir al capitán Matos. No todos los días se podía ver una figura tan imponente, así que tanto marines como algunos otros dejaron las cosas que estaba haciendo que no fuera de importancia para centrarse en el individuo de verde.

-Estoy seguro de que desde antes los miembros de la guardia le había comentado que la invasión fue detenida – comenzó su anuncio el capitán. – Sin embargo, quiero reiterar esta noticia para asegurarles que nuestros miembros no sufrieron de visiones de la disformidad.

Para apreciar mejor al individuo el capitán se hizo hacia un lado, el Doom Slayer se encuentra de pie apretando sus puños esperando el próximo encuentro con demonios.

-Este individuo se hace llamar "Doom Slayer", es alguien que no tiene alianza con el imperio. Esto no lo vean como una ofenda mis hermanos, al igual que nosotros tiene un profundo odio hacia todo aquello relacionado al caos-

Entre los presentes hay quieres fruncieron el ceño, otros apretaron sus puños recordando lo ocurrido durante la batalla e incluso quienes hicieron el símbolo de la Aquila en un intento de protección de aquellos seres.

-No podemos estar mas que agradecidos de la aparición de este héroe, cual odio hacia los demonios y traidores solo es equiparable con su habilidad para destrozarlos. No estuve presente para ver la caída del caos, pero la guardia es testigo de la muerte dada por este guerrero-

Aun cuando las palabras provienen del capitán no todos creen en ellas. Después de todo, los poderes disformes y su influencia que pueden llegar a tener sobre los seres tanto humanos como aquellos que ya no son considerados uno como los astartes cuentan con un gran historial.

El Slayer viendo que las cosas progresan con lentitud busco donde sentarse a esperar de nueva cuenta. No es de su agrado, pero al igual los centinelas de la noche ellos son guerreros que merecen respeto por su labor de luchar contra los demonios. La guardia imperial le hacia recordar al grupo de marines que entreno para combatir demonios hace tantos eones atrás.

Acción que no fe agrado de uno de los tantos marines que esperaban por la llegara la orden de abandonar el planeta, así como de las naves necesarias para ello.

-Oye- dijo un astarte mientras se acerca al Slayer. – Puede que seas el héroe de este planeta, pero no por significa que puedes faltarle el respeto a los demás.

Entro los miembros de los capítulos puede llegar a existir una hermandad, así como un rechazo por miembros que a su percepción no merecen de valores a los que se le atribuyen. Al notar eso el capitan se propuso a interferir, pero es detenido.

-¡Capitan! – dijo Cairo. – Este es un malestar que estará permanecerá aun cuando usted no este presenta. Para este tipo de situaciones, es mejor que ellos sean testigos de lo que les pasara si van en contra.

-¡¿Te atreves a darme ordenes Cairo?! – cuestionó el capitan.

-No es una orden- respondió. -Tómelo como una observación, una observación que, si la ignora, solo traerá más conflicto entre miembros.

El capitán frunció el ceño y permitió que la escena frente al continuar. Mientras que la discusión de su lado acabo, el conflicto del astarte se intensifico.

-Incluso los héroes más grandes en el imperio se someten al orden impuesto por el emperador. Las cosas no serán distintas para ti.

Mientras grita intenta alcanzar al Slayer.

¡Crack!

El sonido de la ceramita golpeando el suelo resonó en el lugar, el Doom Slayer había tomado al marine de protector del pecho y mediante fuerza bruta doblego al marine hasta que sus rodillas golpearon el suelo.

Los pocos astartes presentes prepararon sus armas para el combate, pero mediante una señal de capitán entendieron que esta es una situación en la que no deben interferir.

Entre sacudidas y lucha para liberarse del agarre el marine no logro notar que su armadura recibía daño. No fue hasta que su cuerpo cayo hacia atrás que vio que la ceramita cedió ante agarre del guerrero de verde.

Ante la situación procede a levantarse para entablar el combate cuando el capitán lo frena.

-¡Suficiente!- grito el capitán. – Ya demostraste que no eres rival para él, termina con esto o estarás desobedeciendo una orden.

El marine volvió la vista hacia su superior manteniendo su expresión de desaprobación. Por su parte el capitán Matos se volvió hacia sus compañeros. Sintiendo que es lo necesario el Doom Slayer se puso de pie y se regreso al lado del hombre.

-Hermanos, entiendo el rechazo que esto puede generar. Pero este es un guerrero y ahora un aliado. ¡Entienden!

Ante las palabas Matos resonó la aceptación.

El portador de la furiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora