El portador de la furia

Capitulo 22. Despliegue.

Decenas de soldados preparan sus armas, revisando el estado de los rifles lases y la disponibilidad de las células de energía. Se preparaban para ser desplegados, había tanto risas nerviosas, así como palabras de aliento, con las constante batallas los miembros que componen los regimientos están en constante cambio. Los nuevos son fáciles de identificar ya que en su rostro se refleja el cansancio a causa de las pocas horas de sueño que provocan los viajes disformes.

Los tecnosacerdes agrupados en el muelle de lanzamiento se mueven de un lado, cada no realizando una tarea especifica en la preparación las lanzaderas de transporte. El lugar se llena del olor del incienso, ungüentos y los rezos de los adeptos, aun con todo esto había quienes hacían ajustes de calibración de último momento.

Los altavoces anunciaron al abordaje de las primeras lanzaderas y los miembros de la guardia corrieron de forma ordenada hacia sus respectivas naves. Su destino es un planeta asediado por orcos, un enemigo bastante molesto y destructivo si no se toman medidas a tiempo. La función de su despliegue es meramente de apoyo a los 2 regimientos de Krieg que defendían el planeta.

Ellos se encargaron de limpiar la mayoría de los enemigos en la en la orbita con rapidez, pero en el suelo su batalla no iba de acuerdo a los resultados esperados, si bien ralentizaron el avance de los pieles verdes, no lograron detener su avance perdiendo cada día un par de metros ante ellos.

Un tecno sacerdote se acerca al hombre de armadura verde que espera en lo mas cerca no a un rincón en el lugar, el Slayer se encuentra revisando en su visor la información relacionada con el terreno y las coordenadas enemigas, pero levanta la vista hacia la figura vestida de rojo.

Su combinación de carne y metal no resulta grato a la vista, pero el Slayer viajo a tantas dimensiones y a estado ante la presencia de seres peculiares por lo que se adaptó rápido a las situaciones que se presentaron en este lúgubre milenio 42.

-Traigo a usted las armas prometidas.

Dijo el tecno sacerdote mientras entregaba un eviscerador con la ayuda de un servidor, el Slayer vio la espada de 2 metros de longitud y la tomo con su mano izquierda. Debido a su longitud y demás características son las favoritas de los cazadores de brujas y de las hermanas repentias. Consciente de su odio por los demonios, se determino que seria un arma del agrado de guerrero.

Una excelente pieza del mechanicus que se suele usar a dos manos, pero el caminante no sentía su peso y podía blandirla sin afectar su postura. Tras probarla, vio que el tecno sacerdote seguía.

-Su conocimiento no es de suma ayuda- comento el tecno sacerdote. - Seria muy importante para el imperio el que pueda compartir nosotros más planos y nosotros nos aseguraremos de proveerle de armas cuando ustedes lo necesiten.

Mientras compartía su pensamiento con el caminante, el servidor mostro otro objeto, la pistola de energía que el Slayer había compartido con ellos. Su apariencia y funcionamiento es el mismo, su construcción se retraso ya que su funcionamiento difiere a la de las pistolas o fusiles laser, por lo que el Slayer junto con Vega se encargaron de solucionar los problemas.

Esto causo revuelo entre los adeptos al considerarlo una herejía, pero fue desestimado en el momento que se comprobó que el Slayer posee conocimiento detallado del arma tan basto que se puede considerar que cada pequeña modificación es una reliquia nueva entregada de la propia fuente que la creo.

El Slayer la tomo en sus manos, verifico su estado y procedió a guardarla. Atento a sus movimientos el adepto no se movió esperando la respuesta del guerreo a sus suplicas.

-Nos enfrentaremos a los orcos, me gustaría información detallada acerca de ellos para estudiar.

La solicitud provino de Vega e hizo que el tecno sacerdote bajara su mirada en referencia, la falta de carne no fue impedimento para que se denotara la decepción de no recibir mas tecnología.

-Le preparare una placa de datos con la información solicitada- respondió el adepto.

-Prepare para usted- agrego Vega - . Hay una granada de fragmentación que me interesa que recrees.

Si el adepto conservara las pupilas estas se ensancharían, con un rápido movimiento indico al servidor que se apresurase en la tarea solicitada. Tras algunos minutos el servidor trajo las 2 placas de datos entregándoselas al Slayer. Este las tomo, añadió la información de las granadas y se la entregó al tecno sacerdote quien la tomo con entusiasmo.

-Aprecio la información compartida por lo que le proporcionare información detallada reunida por los Magos Biologis.

Tras revisar el contenido de la placa de datos, el Slayer contemplo como la figura del tecno sacerdote se alejaba. Los minutos pasaron dándole tiempo de estudiar, entonces se anunció el abordaje de las lanzaderas. Sin que necesite nada más que sus armas, el Slayer camino hacia donde se le había indicado, cuando llego vio los rostros de veteranos en el combate, pero su mayoría de jóvenes que apenas superaban los 17.

-Deduzco que con la información que te dieron no tendrás que tomarte las cosas con tanta calma- dijo Vega.

El Slayer saco su placa de datos y retomo sus estudios, su concentración no flaqueo en lo más mínimo aun cuando se oía la voz del sargento dando indicaciones, después vinieron las plegarias de los soldados para un despliegue exitoso y por ultimo el ruido de los motores que indicaron el despegue.

*Capitulo super corto para no perder la esperanza*