002. Musa E Ilusa

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Era la primera vez que veía al padre de mi mejor amiga. Sabía que no podía enamorarme de él, Ino me odiaría si admitía que con solo ver a su padre un extraño cosquilleo recorre todo mi cuerpo en excitación. Quería sacarme al señor Futamoto de la mente pero no lograba conseguirlo. Sus brazos tonificados y su gran pecho llamaban mi nombre para hundirme en ellos. Quiero volverme uno con él, sentir su intimidad cerca de mí y dentro de mi. Era una adicción de la cual no me podía deshacer fácilmente.

Nao soplo dejando una delgada estela de humo escapar de sus labios. Los ruidos urbanos de la calle de abajo no la molestaban al tener sus audífonos puestos con música sensual coqueteando en sus oídos. Estiró sus brazos y miró el resto de complejos de apartamentos. Monótono y aburrido, una vista completamente distinta a la que se había acostumbrado en su penthouse. Extrañaba su hogar, pero sabía que no podía volver ahí tan fácilmente. Regresó a su cuaderno y siguió escribiendo. Hace mucho que ella no sentía una paz así al escribir como esa tarde.

La puerta del apartamento se abrió y Shoko entró al recinto. Nao sonrió al verla, se quitó los audífonos, apagó su porro y fue a recibirla. La saludo y le ayudó con su bolso y su lonchera. Shoko era una enfermera de tiempo completo por lo que Nao le cocinaba la mayoría de sus comidas y limpiaba lo mejor posible el apartamento.

—Pensé que habías dicho que dejarías la marihuana—. Comentó Shoko al notar rápidamente el fuerte aroma que provenía de su aliento. Nao sonrió en culpabilidad mientras le ayudaba a desempacar sus cosas.

Nao y Shoko no se conocían por más de tres semanas, pero cuando la enfermera se enteró que su autora favorita estaba siendo atendida en su hospital no pudo evitar ir a conocerla. Desde que la conoció, la autora sentía que podía confiar en ella y que Shoko realmente se preocupaba por su bienestar. Algo que no había tenido en mucho tiempo.

—Es solo para celebrar un acontecimiento importante—. Comento con felicidad antes de mostrarle su cuaderno. Shoko la miró sorprendida. Le tomó las manos para comenzar a chillar y saltar en círculos de emoción.

—¡Encontraste tu musa, debes contármelo todo!—. Exclamó Shoko mientras la jalaba de la mano para ambas sentarse en el cómodo sofá marrón que estaba en medio de la sala.
—¿Lo conociste en Bumble? Te dije que era una gran app de citas—. Comentó Shoko orgullosa. Nao solo rió y negó con la cabeza.

—Lo conocí en el trabajo, un cliente—. Específico Nao llevando un cojín a su pecho mientras recordaba a aquel hombre misterioso de intensa mirada verde.

—¿Un cliente?—. Pregunto Shoko confundida, casi juzgandola.

—Si. Alto, musculoso y simplemente maravilloso. Te juro que no hay otro hombre como él en este mundo, o al menos yo nunca haya visto antes. Con esta energía tan dominante y segura de sí mismo—. Contó Nao como si se tratara de un sueño, pero ella estaba muy segura de que él era real. Explicó con detalle sus ojos intensos, sus labios coquetos, sus facciones peligrosas y su atractivo cuerpo. Shoko suspiro enamorada al imaginarselo, ahora entendía porque era su musa.

—¿Te dio su número?—. Le preguntó Shoko emocionada. A Nao se le borró la sonrisa al instante.

—Apenas le pude decir un par de oraciones tartamudeando. ¿Cómo iba a pedirle su número?—. Pregunto Nao decepcionada de sí misma.
—Además, es mucho más grande que yo, probablemente tenga esposa e hijos—. Bufo sintiéndose celosa de una mujer hipotética. Shoko la tomó del hombro y la miró seriamente.

—Querida, los hombres casados y con hijos no van a cenar a tiendas de conveniencia a la 1 de la madrugada—. Le comento con obviedad. Nao soltó una risilla ante la seriedad de Shoko.

Cambio de Propietario (Toji Fushiguro X Fem!OC) JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora