004. Enojo

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Era una noche nueva, pero esta sería distinta a las demás. Nao podía sentirlo por los nervios que desprendía su cuerpo. Esta vez no habría tienda de conveniencia, sopa instantánea ni charlas casuales. No sabía qué le depararía exactamente después de lo que estaba a punto de hacer. Todo podía pasar pero solo rezaba con que sobreviviera de cualquier modo. Toji, quien se encontraba a su lado como un leal caballero de fuerte armadura, la observaba preocupado pero después regresó su vista al gigantesco penthouse en la cima de un inmenso condominio blanco. Esa era la misión esa noche, desalojar aquella vivienda que parecía estar ocupada por el momento. Emanaban luces de colores y metal pesado del lugar señalando que había gente divirtiéndose adentro.

—Parece que hay fiesta esta noche—. Comentó Toji. Ambos se encontraban a una calle del lugar y estaban afinando los detalles de su plan maestro. El cual no era muy complicado: entrarían, sacarían a patadas a todos, amenazarían a Kazuhiko para que no volviera y ya tenían un penthouse nuevo.

—Siempre hay fiesta en esa casa cuando él no está de gira con su banda. No sé como Kazuhiko ha estado manteniendo ese estilo de vida con solo dos álbumes—. Contestó Nao antes de abrazarse a sí misma para calmar sus nervios. Sabía que había sido un éxito pero no pensaba que había ganado tanto dinero como para mantener este estilo de vida por casi un año.

—No tienes que venir, puedes quedarte en un lugar cercano mientras yo me encargo de todo—. Le ofreció Toji. Ella negó con la cabeza. La verdad es que estaba aterrada, pero debía ver la cara de Kazuhiko, tenía que hacerlo sufrir justo como él lo hizo con ella.

—Yo puedo con esto, estaré bien—. Declaró con seguridad.

—¡Esa es la actitud!—. Mencionó alguien detrás de ella. Era un hombre de cabello colorado de lentes que venía acompañado de un pelinegro. Ambos se veían igual de peligrosos y desafiantes que Toji.

—Descuida, ellos vienen conmigo. Solo son refuerzos en caso todo se ponga feo—. Explicó Toji mientras ellos se acercaban.
—Te presento a Sukuna Ryomen y a Suguru Geto—. Ambos hombres se acercaron a presentarse. Geto le dio un buen apretón de manos. Por otro lado, Sukuna le tomó la mano para besar su dorso. Toji lo fulminó con la mirada a lo que el tatuado pudo dedicarle una sonrisa coqueta. Nao estaba fascinada, nunca había estado rodeada de tantos hombres tan atractivos en su vida. "Tengo que escribir sobre esto" pensó embobada por los hombres esbeltos que le alegraban la vista. Por un breve momento, se imaginó a ella misma en una orgía con los tres. Un cosquilleo inevitable recorrió su espalda con solo tener la idea en la cabeza.

Toji sabía por que estaban ahí específicamente y no era por que eran almas caritativas. Fue un terrible error decirles a sus dos compañeros que tenía un trabajo con Nao Yoshia porque luego estos dos se le pegaron como alimañas con la excusa de que "nunca han podido trabajar con una chica linda."

—Es un gusto conocerlos—. Nao saludo cortésmente a los extraños. A lo que ambos no pudieron evitar sonreír como idiotas. Era cierto que no se parecía justamente a las fotos, pero la estética de drogadicta depresiva no le quedaba para nada mal.

—¿Ya dejaron de ligar, tortolitos?—. Toji resoplo regañando a sus compañeros. Ellos se ofendieron ante el comentario, pero mantuvieron la postura.
—Ya saben el plan, hay que movernos—.

Los tres esperaban al ascensor principal del condominio, el cual conectaba directamente con el penthouse. Había dos puertas que debían pasar para llegar al lugar: la primera era el ascensor que pedía una tarjeta de entrada, o un código especial en caso de ser un invitado, para subir al último piso y después una llave para entrar al recinto. Nao sabia que solo necesitaba la tarjeta de entrada por que la puerta de la casa siempre estaba abierta cuando había fiesta ya que a Kazuhiko le daba pereza abrirle a cada invitado que llegaba.

Cambio de Propietario (Toji Fushiguro X Fem!OC) JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora