Cuando le quitaron las esposas a Aemond, afirmó sentirse libre, al fin salía de ese calabozo que lo tenía apresado. Maelor lo recibió con una pequeña sonrisa, le indicó en donde se encontraba su hermana por si iba a cuidarla, aunque sabía que la noticia de que Aemond sería el que cuidaría de ella, su hermano e hijo no le entusiasmaba tanto.
El tuerto esperaba con ansias que Aegon se tardara en aquel viaje o al menos le sucediera algo para que nunca más volviera y así podría tener de nuevo disponible a Maela para él solo, no le importaba si también debía deshacerse del niño o criarlo como suyo, pero quería de vuelta a la reina y a su sobrino.
Mientras que Maela rezaba porque Aegon volviera con Viserys lo antes posible para que Aemond se largara de allí y por fin desapareciera de su vida.
Aemond la observó, estaba de espaldas viendo hacia el fuego, sentía su presencia, pero ni se inmutó, escuchó sus pasos acercarse a ella la cual bufó.
—Te liberaron muy rápido.
—Tenía que venir a cuidar a mi reina.
Maela puso los ojos en blanco.
—Te ves tan patético, Aemond Targaryen.
—Si me lo dices tú debería empezar a preocuparme, sobrina.
—No necesito ahora de tus servicios, puedes largarte —señaló la gran puerta.
—¿Tanto miedo me tienes?
—No es miedo, en realidad —admitió—. Es una lastima en la persona que te has convertido, un asesino que ahora no tiene nada.
—Los tengo a ti y a Maelor.
—Dejaste de tenernos cuando arruinaste todo, Jaehaerys seguiría vivo si no hubieras matado a Luke.
—Maela...
—Lárgate de mis aposentos, ¡ahora!
El platinado suspiró, salió sin esperar más, su sobrino lo esperaba en el pasillo.
—Te lo dije, tío.
—Los sacaré de aquí, lo prometo.
Maelor rio.
—No vamos a ir contigo a ningún lado.
—¿Por qué no?
—¿No lo entiendes?
Aemond negó haciendo bufar al menor, Maelor le pasó por al lado y se alejó de allí, no tenía ganas de pelear y terminar mal por su tío, no valía la pena.
°°°
Al caer la noche, todos descansaban, sin embargo, Maekar lloraba desde su cuna, cosa que ponía de mal humor a Aemond, el cual se levantó con pesadez y fue hasta allí, tenía su daga en el bolsillo con intenciones de acabar con el niño.
Su paso era lento, apretaba con fuerza la empuñadura de su daga. Al quedar enfrente de la cuna se puso serio, el bebé movía sus manos mientras lloraba pidiendo ser cargado. El platinado alzó su daga con intención de clavársela al niño, pero su mano quedó en el aire, no logró hacerlo, por primera vez en su vida no se atrevió a hacer nada.
Se llamó cobarde mentalmente, por no poder acabar con la vida de aquel niño de cabello platinado, estuvo tanto tiempo observándolo que no se percató de los pasos que se acercaban, cuando escuchó la voz de Maela, se ocultó rápidamente.
La reina se acercó hasta su pequeño niño y lo cargó entre sus brazos acurrucándolo.
—Ya mi dulce niño, no hace falta que llores —besó su frente—. Tu mami ya está aquí y te va a proteger.
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El Amor en la Gran Guerra || Aemond Targaryen
FanficFanfic de Aemond Targaryen x Maela Targaryen