Brillante. El medallón era de oro brillante y auténtico, el escudo estaba tallado delicadamente. Era de conocimiento general que cuando una reina se embarazaba las hadas entregaban un colgante personalizado con su nombre y escudo de su reino, era imposible replicarse, todos los detalles eran minuciosos y diminutos; nadie puede replicarlo porque sólo una pequeña hada tiene la delicadeza y posibilidad de hacerlo, ningún conjuro o joyero haría algo tan perfecto como eso.
— ¿Qué dice atrás? — preguntó Bambam, siendo el primero en encontrar su voz luego de ver la pieza de oro.
— Mi nombre.
La obviedad en las palabras de Jackson simplemente hacía que su cabeza doliera porque, para ser honesto, deseaba con que no fuera real lo que veía o que el nombre que estaba grabado no fuera el de Jackson. Cuando el castaño dejo ver el reverso del pequeño colgante sintió el nudo de su garganta hacerse más grande y sólo empeoró cuando BamBam salió corriendo al baño y vomitó.
Entendía perfectamente a su amigo porque nadie sabía el lugar donde vivían las hadas, sólo aparecían cuando una reina anunciaba su embarazo y de la misma manera desaparecían.
— Jackson... no puedes tener uno, nadie puede hacer un escudo real tan perfecto como este — no pudo decir más que sacar el colgante que cargaba oculto siempre, sólo que el suyo con el escudo de Fénix —. Tenemos que hablar con tus padres, es imposible que tengas un collar como este.
— Olvidas mencionar que Qing no tiene el suyo — la voz agotada de Bambam se escuchó —. Alguna vez me pidieron diseñar un vestido para ella y cuando tomé sus medidas no lo tenía, sus padres se molestaron conmigo al mencionarlo y me pidieron que me fuera.
— ¿Mis padres que tienen que ver en esto?
— De algún lugar tuvieron que sacar esto.
La mirada de Jackson le decía que no quería involucrar a sus padres en lo que sea que estuviera pasando ahora, pero no le importaba, su único interés en ese momento era saber que tenían que ver ellos con los reinos mágicos. Ese era un problema, el otro era saber que Qing no contaba con un colgante, ya que, básicamente todos los miembros de la realeza contaban con uno al nacer, si no lo tenía no podías considerarte parte de ellos.
Si sus padres supieran que Qing no cuenta con uno ¿cancelarían la boda? Sí, tenían que hacerlo porque no había manera en que lo casaran con una persona que ni siquiera les daría la unión que necesitaban, pero ¿sus destinos no estaban unidos? Las videntes decían que sí era de esa forma, el primogénito de Fénix está enlazado al de Fenghuang desde antes del nacimiento de ambos.
— ¿Sabes el alboroto que se haría si se enteran de que Qing no cuenta con la joya real?
— Ellos lo saben.
Su confusión sólo aumentó el dolor en su cabeza porque si las cosas eran de esa manera eso quería decir que a sus padres no les importaba cubrir esa farsa con tal de ganar tierras y poder, Fenghuang tenía encantamientos y libros mágicos más antiguos que los que Fénix poseía.
Estaba apunto de hablar, preguntaría el porque Bambam sabía aquello pero antes de siquiera formular en su cabeza las palabras adecuadas, Jackson habló.
— Vámonos, no entiendo que tienen que ver mis padres en esto, ni siquiera sé que tengo que ver yo en este cuento con trama asquerosa, pero si ayudo en algo haré lo posible para que estén tranquilos.
La mirada segura en Jackson logró tranquilizarlo, de alguna manera le hizo saber que estaba a su lado, sabía que se miraba confundido y perdido por la información recibida, pero de cierta forma que el castaño quisiera ayudarlo le hacía sentir mejor.
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Like a Fairy Tale // Markson
Fanfiction¿Cómo te sentirías si un día descubres que lo que para ti es la vida real para otros es un cuento? Puede ser agobiante y emocionante en ambas proporciones. Lo que es realmente preocupante para su realidad es ver que alguien que pensaba era ficción n...