Sonrió triunfante cuando volvió a derrotar al dragón que intentaba destruir el reino y quemar el castillo. Escuchaba los gritos eufóricos de todos los pueblerinos ante su gran hazaña, mientras caminaba por el reino para encontrarse con la princesa que estaba inconsciente luego del gran susto que se llevó por el dragón.
— Princesa — susurró tratando de despertarla —. Ya está a salvo, el reino y los pueblerinos se encuentran bien.
Poco a poco la princesa fue abriendo los ojos, siendo él lo primero que estos vieron, lanzándose a sus brazos se dieron un beso de ¿amor verdadero?, todos gritaron con emoción e hicieron una gran celebración para conmemorar el amor entre ambos príncipes.
— Eres un héroe, mi héroe — dijo la princesa mientras bailaban en la pista — No puedo esperar a que se celebre nuestra boda.
Pero él no creía que era un héroe, se encontraba en un bucle infinito en el cuál no podía salir, desde que era niño derrotaba las miles de amenazas -unas más pequeñas que otras- que atacaban el reino, siempre salvaba a la princesa, siempre celebraban, había felicitaciones y brujas malvadas y hechiceros que arruinaban la celebración, otra vez los derrotaba, más fiesta y felices para "siempre".
El tren de sus pensamientos fue interrumpido cuando entró el hechicero más temido del pueblo, como todos los días Mark sacó su espada para tratar de liberar a la princesa que nuevamente estaba atrapada, esta vez tenía que darle puntos al malo de la historia ¿Una jaula de hierva venenosa? Pobre princesa y la picazón que le daría en el cuerpo.
— Atrás malvado hechicero o sufrirás las consecuencias — hizo una mueca de desagrado apenas sus palabras salieron instintivamente de su boca, casi como no queriéndolo.
— ¿O qué?
— O tendré que pelear contigo.
Como era de esperarse el hechicero no se rindió y lo atacó, ágilmente esquivó la bola luminosa que iba directo a su cara, viendo como derretía la mesa donde caía. A ese punto estaba un poco cansado por lo que lanzó su espada sin mucho cuidado y como si por arte de magia se tratara, la espada cayó directamente en el pecho del hechicero.
La jaula que tenía atrapada a la princesa se deshizo y ella corrió a abrazarlo como si nunca hubieran vivido algo similar, correspondió el abrazo como siempre y la celebración continuó esta vez más intensamente como siempre.
— ¿De verdad nadie nota que no hago nada y todos se rinden ante mí? — jadeos sorprendidos por todas partes.
— No digas eso. Eres el príncipe más valiente que existe en el mundo — la voz de la princesa era orgullosa.
Suspiró frustrado y negó. — ¿A nadie le parece raro vivir casi lo mismo todos los días de su vida?
— No, mi amado príncipe — dijo la princesa tomando su mejilla —. Es así porque tenemos que tener un final feliz siempre.
Esa sonrisa no le gustó, se sentía extraño cada que despertaba desde hace unos años, como si toda su vida fuera una farsa. Más confundido que antes salió del castillo para tomar aire y se sentó junto a la fuente para empezar a tirar pequeñas piedras en ella.
— ¿Esto es la vida para mi? — preguntó a la nada —. Desearía dejar de vivir lo mismo todos los días.
Apenas terminó sus palabras un corcel blanco alzó su pata y lo tiró a la fuente. Con bastante molestia golpeó el agua haciendo que esta saliera fuera de la fuente con fuerza.
— Oye idiota, ya hiciste un desastre fuera de la fuente y ¿todavía quieres hacer más? ¡Ya me dejaste todo empapado! — una voz molesta lo sorprendió.
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Like a Fairy Tale // Markson
Fanfic¿Cómo te sentirías si un día descubres que lo que para ti es la vida real para otros es un cuento? Puede ser agobiante y emocionante en ambas proporciones. Lo que es realmente preocupante para su realidad es ver que alguien que pensaba era ficción n...