13

17 7 0
                                    

Le había hecho caso a Bambam desde que salieron de la casa Wang, al ser una vivienda apartada regresar a la ciudad iba a necesitar mas tiempo del planeado por ambos chicos, Jackson los había llevado en un automóvil y por obvias razones al regresar no podían hacer lo mismo.

Recordar al castaño le generaba culpa, y ni hablar de todo el daño que su familia le había hecho a él y sus padres, le provocaba ganas de vomitar y dolor de cabeza porque sin quererlo él vivía como un príncipe mientras Jackson vivía como una persona más en un mundo normal, eso no quería decir que vivir de forma normal fuera malo, pero Jackson nunca pudo ver el fuego de un dragón, nunca jugó con encantamientos para hacer crecer las zapatos de los guardias o vertió pócimas en los cafés de sus maestros particulares para cambiarles la voz.

Cosas que los pequeños príncipes hacían y se contaban en cada visita a los reinos, visitas en las que Jackson no participaba.

— Hey, regresa a la tierra, necesitamos un cuerpo de agua para ir directo a la fuente por donde saliste y una vez ahí podemos regresar a Fénix.

— Necesito mi traje.

Era una excusa boba para ir a despedirse de todo lo que iba a extrañar, incluso deseaba ir a la florería y despedirse de Youngjae, iba a llorar si no dejaba de pensar en todo lo que en pocos días había construido por si mismo, con un poco -mucha- de ayuda de Jackson.

— Puedo confeccionarte más trajes, no te preocupes por ese.

— No. Necesito mi traje, es mi favorito — dijo con los ojos cristalizados —. No puedo llegar con esta ropa, mis padres morirían.

— Yi - antes de terminar el rubio lo interrumpió.

— Dime Mark, no quiero que me llames Yi En, no hasta que no estemos de regreso en el reino y todo vuelva a ser lo de siempre.

— Mark, entiendo que estás triste, estabas conociendo algo nuevo y conociste una parte del mundo que ni en un millón de años podrías imaginar, pero tienes que avanzar.

— Avanzar sabiendo que en alguna parte existe alguien a quien estoy destinado a amar, además saber que mis padres son horribles personas y robaron el reino de alguien más, sin olvidar que van a casarme con una chica a quien considero mi amiga y no me siento ni una pizca de atraído por ella.

— Es lo que tenemos que hacer... lo sabes.

Bufó y vio a Bambam a los ojos, ambos habían caminado por horas ignorando que sabían perfectamente donde estaba el río más cercano porque ninguno de los dos sabía como reaccionar al regresar a Fénix.

— Tu no quieres regresar.

— Sí quiero.

— Claro que no, tu quieres ver a Yugyeom que es diferente.

Bambam rodó los ojos y negó. — Quiero ver a Yugyeom, obviamente, lo extraño y no puedo negarlo, pero a diferencia de ti, mi vida no es un bucle infinito de lo mismo todos los días, yo hago diversas actividades y en Fénix tengo una vida profesional, cosa que no tendré aquí si me quedo.

— Entonces regresa solo, yo tengo una vida aquí, di que me encontraron muerto porque me atropelló un auto o me intoxiqué con alguna comida, pero no me hagas regresar.

suplicó viendo a pocos pasos el río que estaba descontrolado, con el agua corriendo fuertemente y haciendo un ruido alto cada que el agua chocaba con las piedras dentro de este.

— Ellos saben que vives, no puedo hacer eso — soltó con tristeza —, pero tampoco puedo obligarte a venir conmigo.

Sus ojos se iluminaron en cuanto escuchó a Bambam decir eso, agradeció el tiempo que le estaba dando, sabía que no era para siempre, él regresaría y no habría excusa que lo hiciera quedarse, tendría que despedirse para siempre.

~~ 🧚🏼‍♂️ ~~

Escuchó el sonido de la puerta cerrándose y abrió los ojos desde su posición en el sofá, se había quedado dormido con un libro en la mano, mismo libro que cayó al piso cuando escuchó la puerta y se puso alerta.

Jackson no había regresado en tres días desde la visita de sus padres, la noche que Bambam se fue él estuvo esperando hasta la madrugada por el regreso de Jackson, pero no sucedió y al día siguiente fue al trabajo con la esperanza de que en la tarde el castaño ya estuviera en casa, no pasó tampoco, ni al día siguiente, hasta ese momento.

Se levantó rápidamente y vio a Jackson entrar en la sala con su expresión triste y cansada, estaba emocionado por verlo, pero no le gustaba verle así, sin ánimos. No esperó a que Jackson cayera en cuanta de que estaba ahí, simplemente lo envolvió entre sus brazos con fuerza.

— Pensé que no volverías — habló honestamente mientras seguía abrazando al otro con fuerza.

— Pensé que no estarías cuando lo hiciera — susurró el otro abrazándolo también —. Creí que habías regresado al reino con Bambam y jamás volvería a verte.

La confesión movió todo dentro de si y porque tal vez Jackson no quería que sonara de esa forma pero parecía que realmente quería que estuviera con él y no en Fénix.

Suspiró antes de separarse y ver los profundos ojos del verdadero príncipe de Fenghuang, iba a decirle la verdad sin rodeos, pero se vio distraído por los hermosos ojos marrones del chico, su vista pasó a sus cejas pobladas perfectamente definidas, después a su linda nariz recta y bonita, finalizó en sus labios no eran gruesos como los de Bambam, pero tampoco eran delgados, eran carnosos y ligeramente rosados.

Jackson era la viva imagen de un príncipe de cuento de hadas.

Jackson es perfecto.

— No puedo quedarme para siempre — dijo subiendo su vista de nuevo a los ojos del chico —. Bambam regresó y ese es el fin, iré a Fénix, me casaré con la falsa princesa de Fenghuang y viviré la vida que nunca quise.

— Es demasiado deprimente si lo dices de ese modo.

— Es lo que es, en los libros no lo pintan así ¿cierto?

Vio como Jackson negó antes de acariciar su mejilla y deslizar su mano a su nuca para acercarlo a su pecho y abrazarlo. — ¿Cuanto tiempo tienes?

— Dos días, tal vez tres.

— Hagamos una lista de todo lo que quieres hacer antes de regresar, será una lista de deseos para cumplir.

— ¿De verdad? ¿Lo que yo quiera?

— Lo que el príncipe quiera.

Con una sonrisa corrió al cuarto de Jackson y tomó hojas de papel y una pluma para después regresar y sentarse en el piso para escribir en la mesita de centro. Jackson sólo lo observaba mientras el escribía en su lugar y lo volteaba a ver con ligeras sonrisas pintadas en su rostro.

Una vez su lista estuvo lista se la entregó al castaño y sonrió moviendo sus manos tímidamente mientras el otro chico leía su pequeña lista, sólo eran siete deseos y cada uno de ellos estaba descrito para que no haya equivocación en sus peticiones.

— Bien, podemos ver que eres muy específico — empezó Jackson —, creo que podemos hacerlo casi todo.

— ¿Qué es lo que no podemos hacer?

Jackson plantó su mirada en él por el tono que había usado, no era un berrinche pero sí un reproche, nada era demasiado extremo.

— Uno de tus peticiones es ir a la feria con Jaebeom y Youngjae, puede que no acepten.

— ¡Pero! Agh bien entonces podemos ir sólo nosotros.

— De todos modos ¿por qué quieres que ellos vayan?

— No es nada.

No iba a aceptar que Youngjae le habló de las citas dobles y él también quería una, primero muerto.

Jackson rodó sus ojos y sonrió al ver la mueca molesta de Mark, era obvio que harían todo lo de la lista, simplemente esperaba que el chico tuviera al menos una sorpresa.

— Podemos iniciar con el punto número dos, comer helado mientras camino por la ciudad de noche. ¿Quieres hacerlo sólo o conmigo?

— Contigo. Siempre contigo.

Like a Fairy Tale // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora