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En toda su vida nunca había faltado ni a la escuela ni al trabajo sólo porque sí, entonces se encontraba nervioso de ser descubierto por alguien fuera de su hogar. Desde la mañana pidió su licencia por enfermedad y salió de casa para buscar las cosas para cumplir los deseos de su príncipe.

La lista era sencilla, amaba cada uno de los deseos del chico porque no eran para nada alocados, simplemente eran cosas que no podía hacer antes por ser parte de la realeza.

1. Aprender a (o intentarlo al menos) nadar.
2. Salir de noche a caminar y comer helado.
3. Ir a un lugar de juegos (Jaebeom dijo que había lugares en los que podías jugar con fichas y te daban tickets para intercambiar por regalos)
4. Hacer pastel de chocolate con Jackson y comerlo.
5. Ir a la feria con Jaebeom y Youngjae, subir a la rueda de la fortuna, montaña rusa y compartir algodón de azúcar.
6. Ver el amanecer.
7. Ver a Jackson vestido de príncipe y bailar con él hasta que me duelan los pies.

Todos los puntos le habían gustado, cada uno de ellos gritaba Mark por todas partes y eso los hacía únicos, en ese momento estaba comprando todos los ingredientes para hacer el pastel de chocolate y snacks para cuando vieran el amanecer, anteriormente había buscado trajes parecidos al de Mark por todas partes hasta que encontró uno perfecto y también reservó un hotel con una piscina donde podían nadar.

Iba a tener que juntar algunos deseos para poder cumplirlos todos, pero definitivamente lo haría, cualquier cosa que le permitiera darle algo memorable antes de que regalara su vida a sus padres y su pueblo.

Jaebeommie

¿Hoy? ¿Quieres ir a la feria hoy?
Ni siquiera hay feria aquí, tendríamos
que hacer un viaje de dos horas para ir
a la feria de OTRA CIUDAD

Que amargado eres, amargado y gruñón
Youngjae aceptó fácilmente y tu haces un
drama por nada
¿Quieres ir o no?

Sí quiero, simplemente quiero saber
por qué hoy y por qué tan lejos.

Porque Mark quiere y no puede otro día
que no sea hoy

Te veo a las 5 en tu casa, yo paso por
Youngjae, avísale.

Sonrió luego de ver los mensajes y dio a confirmar la reservación para la otra habitación de hotel, no podía dejar que su amigo manejara de noche por carretera. Dejó un mensaje a Youngjae avisándole que Jaebeom sería el encargado de llevarlo y regresarlo sano y salvo a su casa luego de su aventura.

Llegó al departamento justo a tiempo para dejar todo y alistar sus cosas para recoger a Mark en el trabajo y darle la sorpresa de que harían el pastel, por más que insistió el rubio no quiso faltar a lo que serían sus últimas horas laborales, entonces mientras este se encontraba en el trabajo, él organizaba todo para cumplir sus deseos.

Con felicidad tomó sus llaves para salir directo al trabajo del principe, antes de siquiera salir Mark entró por la puerta luciendo un poco triste con un ramo de flores en la mano y se las entregó.

— ¿Tienes un jarrón? Jae me las regaló cuando renuncié pero no tengo uno.

— Claro, en la cocina tengo uno y también compré los ingredientes para un pastel de chocolate, hagámoslo rápido porque te tengo una sorpresa.

La mirada confundida de Mark sólo lo hizo sonreír más para luego tomarlo de la mano y jalarlo a la cocina para empezar su pastel.

~~ 🧚🏼‍♂️ ~~

El bizcocho estaba enfriándose mientras ellos preparaban la crema para decorarlo, Jackson ayudaba con cosas pequeñas porque Mark tenía miedo de que saliera mal si le dejaba algo muy complicado, el primer bizcocho -el de prueba- había salido mal gracias a que el castaño había olvidado el polvo para hornear y confundió el azúcar con la sal.

— ¿Puedo probar? — preguntó viendo la cobertura chocolatosa.

— Sí, puedes lamer la cuchara, ¡pero déjame un poco!

Con esa última frase el castaño se detuvo de lamer la cuchara y la extendió al príncipe quien gustoso probó la cobertura de chocolate que habían preparado, asombrado por el sabor volvió a tomar un poco de mezcla con su dedo y antes de llevarla a su boca Jackson se inclinó para tomarla él.

— Woah nos quedó muy bien — dijo ignorando que Mark estaba quieto viendo su dedo — Anda prueba un poco más.

— Ah, sí — soltó bajo apenas salió de su trance —. Armemos el pastel, ya quiero que lo comamos.

Ambos tomaron los dos bizcochos los que anteriormente habían nivelado quitándoles el excedente, a uno le pusieron una cantidad generosa de relleno y un poco de fresas y el otro lo puso sobre ese, con sumo cuidado ambos iban poniendo la cobertura tratando de que quedara lindo ya que Jackson insistía en que le tomaran fotos con su cámara instantánea y ambos se quedaran con ese recuerdo.

— ¡Nos quedó hermoso! — hablaba con sinceridad, para él ese pastel era lo más lindo que podía llegar a hacer, la cara de Mark demostraba que tal vez no era tan lindo como lo imaginaba —, no veas nuestra creación así, ¿así verás a nuestros hijos?

— Es que no es tan lindo, está... decente, y no podemos tener hijos, somos hombres.

Jackson se limitó a rodar los ojos y meter el pequeño pastel en el recipiente que había comprado, bajo la atenta mirada de Mark, quien estaba confundido ya que había pensado que iban a comerlo en ese momento.

— Vamos, ya son las cinco y tenemos que estar abajo para no hacer enojar al anciano.

— ¿El anciano? — preguntó el rubio confundido mientras caminaba al ascensor.

— Sí, Markie, puedes tachar otras dos cosas de tu lista ahora — dijo mientras salían del ascensor y veían a Jaebeom y Youngjae esperando en el vestíbulo.

— ¿Iremos a la feria? — el príncipe preguntó incrédulo y al ver a Jackson asentir saltó emocionado y lo abrazó —, ¡eres increíble, vamos, vamos!

Todos siguieron a Mark de regreso al ascensor para ir al estacionamiento subterráneo, estaban felices, el príncipe se mostraba demasiado emocionado y alegre mientras hacían el recorrido hasta los autos. Y aunque quisiera negarlo Jackson amaba verlo de esa manera, solo pensaba en lo horrible que sería dejarlo ir y separar sus caminos de nuevo.

— Youngjae irá con Jaebeom y tú irás conmigo.

Mark asintió contento y subió al auto despidiéndose con la mano de los otros dos que estaban por subir al auto del pelinegro para ir a su destino.

— ¿De verdad iremos a la feria?

La mirada llena de ilusión del rubio sólo le daba felicidad de saber que hacía las cosas bien, que podría cumplir sus pequeñas peticiones antes de tener que separarse para siempre.

Like a Fairy Tale // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora