OCÉANO PACÍFICO

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En la actualidad

El bote avanzaba por aquellas aguas que parecían no tener fin. Dentro, Lena conducía mientras Andrea, detrás de ella, revisaba el mapa, el cual estaba colocado sobre una pequeña mesa. Mientras lo revisaba, echaba pequeñas miradas a Lena de vez en cuando a la vez que su mente retrocedía a unos días atrás, cuando ese mismo mapa estaba extendido sobre una gran mesa de roble en una de las habitaciones de la Mansión Luthor.

Lena y Andrea lo contemplaban, cada una a un lado de la mesa.

– Así que este es el mapa –dijo Andrea.

Lena asintió.

– Lo encontraron en una excavación en Perú en 1984, pero desapareció antes de que pudieran examinarlo y comprobar si era auténtico. Dijeron que había sido robado, pero lo han tenido oculto en el Louvre todos estos años para impedir que se supiera la verdad. 

Andrea alzó el rostro y la miró ceñuda.

– Cómo sabes que es auténtico y no otra falsificación. El último que encontramos parecía ser auténtico y terminó llevándonos a una cámara vacía.

Lena extrajo de uno de sus bolsillos el papel doblado que le enseñó a Sam y lo dejó sobre la mesa.

– Estos son los resultados de las pruebas que le hice. El pergamino sobre el que está escrito el mapa no está hecho de piel de cordero, como los otros, está hecho con piel de llama –los ojos de Andrea se abrieron como platos –. Así es. Tenemos ante nuestras narices la prueba irrefutable de que los Templarios estuvieron en América.

– Lena... Con esto puedes demostrar que tu madre tenía razón.

Lena asintió.

– Lo haré, no te preocupes. Pero, antes tengo que encontrar el Gran Tesoro, es la gran búsqueda que mi madre dejó sin terminar. Mi deber es finalizarla.

Andrea quiso insistir para que desistiera. Era una estupidez arriesgar la vida por buscar otra vez ese tesoro. Si moría en este viaje, no iba a poder limpiar la memoria de su madre. Sin embargo, conocía muy bien a Lena y sabía que le iba a ser imposible convencerla, así que desistió en iniciar una nueva discusión que no iba a llegar a nada y que podría hacer que Lena se replantearse el haber aceptado finalmente su ayuda. Así que se limitó a bajar la mirada para seguir contemplando el mapa y cambiar de conversación.

– Me pregunto por qué no lo destruyeron.

– La respuesta es sencilla, porque también codician el Gran Tesoro. El mapa lleva hasta una isla del Pacífico donde Vasconcelos escondió su daga. Ya te hablé de ella.

Andrea asintió mientras recordaba aquel momento en la biblioteca del Internado cuando Lena le habló de la daga de oro y piedras preciosas que Vasconcelos llevaba encima todo el tiempo porque fue un regalo personal del rey Jaime.

– Esa daga es vital para encontrar el tesoro. Vasconcelos no solo grabó en ella la ubicación de la siguiente pista, también es necesaria para realizar las acciones que hay que hacer para continuar la búsqueda. Mi madre lo especificó todo es su diario.

– Pero, ellos han tenido el mapa en su poder durante muchos años ¿No habrían encontrado ya la daga?

Lena sonrió maliciosamente.

– Puede que poseyeran el mapa, pero no los conocimientos de mi madre. El mapa oculta más de lo que se ve a simple vista.

Andrea estaba cada vez más perpleja.

– No te sigo, Lena...

Lena la miró fijamente con una ceja levantada.

– ¿Recuerdas nuestra película favorita?

TOMB RAIDERS (Rojascorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora