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• 02 •

~ Primeras charlas ~

La tarde transcurrió entre un montón de cajas y polvo, limpiando y acomodando lo que sería mi nueva habitación. A pesar de haber tratado sacar todo y hacer que tuvieran un lugar en el cuarto no pude hacerlo, tenía aún cajas llenas de cosas, en su mayoría eran cosas de mi infancia, ropa, juguetes y demás, cosas que siempre pensé en donar ya que prácticamente estaban como nuevas pero nunca me di el tiempo de buscar algún lugar donde lo necesitará.
Acomode las cajas en un rincón de la recámara de manera provisional y salí rumbo al baño a darme una ducha para quitar todas aquellas partículas de polvo que tenía.
No mucho tiempo después de salir del baño mi padre entró a mi habitación solo para decirme que bajara a cenar.
Al bajar al comedor pude ver a Eric sentado en la mesa mientras su mirada se posaba en aquella pareja que se encontraba en la cocina charlando mientras servían la cena.
Lo observe esperando que su mirada expresara enojo o algo por el estilo, antes había visto demasiadas novelas donde a los niños no les gustaba que alguien entrada abruptamente en su vida, pensé que no le gustaría que su madre tuviera una nueva pareja o que alguien más quisiera ocupar el lugar de su padre, pero no fue así, sus ojos reflejaban alivió por alguno razón, algo desconocido para mi.
Me senté a su lado, mientras que nuestros padres se acercaban con los platos de comida, el volteó a verme a al igual que él lo mire, preparándome para un ataque verbal, el cual no llegó.
La cena transcurrido con tranquila, la comida de Liane era deliciosa, podía entender porque Eric estaba tan rellenito y, probablemente en un futuro no tan cercano mi padre y yo terminemos de la misma forma.
- ¿Te sientes cómoda en tu nueva habitación? - cuestionó mi papá.
Asentí antes de pasar el bocado que tenía
-Es más grande que mi cuarto anterior, pero aún me quedan cajas y ya no se donde ponerlas - suspire mientras llevaba otro bocado a mi boca
- Si son cosas que no usas puedes ponerlas en el ático - respondió Liane.
- Enserio! , gracias mañana las subo - le respondí con una sonrisa, aun con una pizca de incomodidad, me sentía como una extraña, al final de cuentas nunca llegué a convivir plenamente con ella, de las veces que la llegaba a ver nuestras iteraciones fueron casi nulas , no sabía cómo no sonar tan cortante o llegar a hacerle pensar que no me caía bien o algo así.
La cena prosiguió en silencio, Eric en ningún momento habló, solo miraba intentado analizar la situación.
Al terminar ayude de manera inconscientemente a mi padre a recojer la mesa y lavar los trastes, era un habito para mi ya que siempre habíamos sido el y yo.
Tarareaba una canción mientras enjuagaba los platos esperando que aquel hombre se pusiera a mi lado para secarlos, para mi sorpresa la presencia a mi lado era femenina. Mi cuerpo se tenso un poco al notar aquello, no sabía cómo empezar una charla agradable, ¿Deberia elogiar su comida? ¿Advertirle que es muy peligroso que cocine tan rico porque correría el riesgo de engordar hasta explotar debido a mi falta de autocontrol? ¿Decirle que es tan amable y linda que no entiendo porque su hijo es un ojete?, pero antes que mi boca soltara alguna estupidez Liane habló primero.
- Espero que realmente te sientas cómoda aquí - habló mientras secaba los platos que anteriormente ya había lavado- quería disculparme por las cosas que te dijo Eric cuando llegaron, yo quiero que realmente se lleven bien ya que ahora somos família aunque puede que para ambos sea nuevo todo esto no dudes en confiar en mi, me gustaría que me veas como una madre para ti si gustas.
Voltee a verla, sus palabras me quitaron un peso de encima y su vez pusieron más carga en mi, ¿podria cumplir las expectativas que tiene sobre? ¿Tengo permito decepcionar a alguien que es tan buena conmigo?,volvía a sobre pensar todo otra vez,mis ojos se posaron en ella intentando buscar una respuesta a todos mis miedos, ella seguía secando los trastos con total calma, su miraba era tan calida al igual que su voz, ¿Llegara pronto el día en el que pueda confiar en ella? .
-  No puedo prometer que nos lleguemos a llevar como los mejores hermanastros del mundo, pero eso no significa que voy a ser grosera con el - volteo a verme con un alivio en sus ojos pero no pude mantenerle la mirada, de alguna manera rara me sentía avergonzada - gracias por recibirnos y gracias por hacer feliz a papá - susurre lo último para mi.
Negó con la cabeza - Gracias a ustedes por llegar a nuestras vidas - con su la Palma de su mano acarició mi cabeza, pasando sus dedos entre las hebras de mi cabello.
Mientras nosotras teníamos esa pequeña charla, dos hombres en la sala tenían otra.
Al terminar de lavar todo me despide de ambos para finalmente ir a mi recámara a descansar,el cansancio en mi cuerpo hizo que rápidamente fuera cayendo en los brazos de Morfeo, mentiría si no dijera que tengo miedo de lo que me depara el futuro en este pueblo, y de lo ansiosa que eso me pone, pero solo por hoy trataré de no preocuparme por ello.