Capitulo 15

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Me detuve cuando me sentía mareada, como estar fuera de mi cuerpo.

Antes lo había intentado, con Josué en Miami, él me besó y quería más. También dejé que me besara cuando intenté escapar hace días.

Pero ahora, era distinto.

-¿Esto quieres? -Gustavo habló en la oscuridad. Pero los ruidos que habían afuera me hicieron reaccionar mejor. Sonidos de zapatos, armas y olor a cigarrillo.

-Sí, y también ponerme bien peda, ¿crees que podamos hacer algo?

Gustavo entendió así que sólo suspiró sonriendo, su estado normal volviendo. Eso me hizo sentir mejor.

-Puedo meter una botella, debiste decirme Salazar.

-Decirte qué? -sí eso, hacerme la loca.

-Que querías alcohol, además, no soy de los que se lanzan asi no más a la verga, y sé que tú puedes no ser de esas viejas.

-Eh, no entiendo -le vi, él se sentó a mi lado y colocó su mano sobre mi cabeza jugando con mi cabello.

-Sosa fue el primer cabron en tu vida? Nadie más te la metió antes, ni siquiera en el culo?

Le ví realmente sin verlo.

-Bueno.

Él rio.

-De qué chingados te ríes, eh verga?

Él alzó sus palmas en señal de rendición pero al final me trajo una sonrisa.

-Esta bien, podemos coger si quieres, pero General, tienes razón, como que antoja algo para chupar.

Le ví atenta y él simplemente salió del cuarto poniendo la llave por fuera, oi su voz por fuera hablando con otras personas, un golpe y luego botas caminando, en la rendija donde pasaba la luz de afuera se veía los pasos de los soldados míos.

Poco después él volvió, con una botella de tequila, oh Dios, es lo que realmente necesito ahora, es lo único que me importa.

Retuve mi respiración tratando de hacerlo más tranquilo, o es posible que me desmayara. 

Tomé un trago mientras sentía todo lánguido. 

-Con más cuidado General -dijo en algún lado Gustavo, yo sólo detuve una sonrisa. Estaba sintiendo todo demasiado bien, y no quería detenerlo.

Gustavo entonces se me acercó colocando su arma entre nosotros.

-Pensé que no confiabas en mi.

Él sonrió. Sabe que puedo partirle la madre, pero ciertamente no tendría caso. Parece que tenía cerebro el muy cabron. Era extraño esta familiaridad.

-Sé que no lo harás, no cuando sabes lo de Álvarez. 

-Tu, nadie te vio con la botella? Crees que Sosa entre?

Él negó. Magnífico, después de todo, necesito algo con lo que no pensar en aquello. Aquella. Aquél.

-Les dije que estás dormida.

-Bien, quien más está afuera?

-Planeas escapar General? -pude verlo cerca de mí, su rostro de pantera atento, ojos caramelo derretido, carajo, peda parecía algo que fácilmente elegiría aun si estuviera ciega. Él acomodó su arma haciéndole aun lado para tener más acceso a mí.

Suspiré, sintiéndome dispuesta a lo que sea, si quería lograr deshacerme de... Lo que Sosa me hizo, y lista también para de alguna manera calmar el zumbido en mi cabeza de asco por ese hombre.

Lince (Tony Montana) scarfaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora