Capitulo 6: ¿Pizza con o sin piña?

205 25 24
                                    

—Buenos días cariño.—dijo mi madre a los pies de mi cama.

—¿Has dormido aquí toda la noche?—pregunté desconcertado.

—No, acabo de llegar temprano, hoy es un día importante, ya sabes.

¿Saber el que? ¿Que se suponía que tenía que hacer hoy?

Me quedé en silencio esperando a que me dijera que era eso tan importante que tenía que hacer hoy.

—No te acuerdas, ¿verdad?

—No…

—Hoy tienes la primera sesión con la psicóloga.

No porfavor, ¿Que se suponía que tenía que contarla? Ni si quiera sabía porqué había acabo aquí, no me acordaba de casi nada.

—Harry no me mires con esa cara, la psicóloga te va a ayudar mucho.

—Lo sé…

—No te desanimes, seguro que va a ir muy bien todo. Tu vete vistiendo y quitate el pijama, yo me encargo del resto.

La obedecí y me fui al baño a cambiarme. Me puse unos pantalones blancos con una camiseta azul y encima una chaqueta negra. Me intenté peinar pero mis rizos no ayudaban mucho asi que me eché solo agua por encima.

Mi madre tocó la puerta.

—¿Estás listo?

—Un momento, ya salgo.

Cogí un perfume y me lo eché por encima, salí del baño y fuí con mi madre hasta la consulta de la psicóloga. 

Estaba en la segunda planta del hospital así que subimos en el ascensor y me senté en las sillas de la sala de espera impaciente.

Mis manos empezaron a temblar sin saber porqué.

—No estés nervioso Harry, todo irá bien.—dijo dándome la mano para calmarme.

Una chica alta y rubia que llevaba un pintalabios rojo abrió la puerta de la consulta.

—¿Harry?—dijo leyendo la lista de pacientes que tenía en sus manos.

Me levanté de la silla con mi madre y nos acercamos.

—Es él, es su primera vez aquí, soy su madre.

—Encanta.—dijo dándola la mano.

Parecía bastante maja, la verdad que podría ser mucho peor.

—Tu debes ser Harry, ¿verdad?

—S-si.—dije tartamudeando.

—Muy bien, ¿pasamos?

Miré hacia detrás a mi madre un poco asustado.

—Yo te esperaré aqui, no te preocupes.

La sonreí intentando ocultar mis nervios hasta que la psicóloga abrió la puerta dejándome pasar ami mi primero.

Nada más entrar era bastante acogedor. Las paredes eran grises claro y en una de ellas había un dibujo de un bosque. A la derecha estaba un sillón y a la izquierda una mesa grande con sillas.

—Este es mi despacho, no es que sea muy grande pero espero que estés cómodo aquí. 

—Si, g-gracias.

Me senté en el sillón mientras ella buscaba unas hojas.

—¿Es tu primera vez en un psicólogo?

—Si…

—No te preocupes, ir a un psicólogo no es nada malo, de echo muchas personas deberían de acudir a uno por lo menos una vez en su vida. Es bueno para desahogarte y conocerte mejor.—dijo la chica sonriendo.—Creo que todavía no te he dicho mi nombre, me llamo Taylor.

182 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora