Capítulo 16: Only the brave.

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Lo iba a hacer aunque por dentro el terror estaba poco a poco invadiendo mi cuerpo, solo son dos palabras facil de decir...solo tengo que estar calmado.

Agarré el telefono y empezé a marcar el número de mi madre, ya lo había puesto solo quedaba darle al botón verde.

Me empiezan a sudar las manos y siento como empiezo a temblar.

-¿Harry? ¿Estás bien?-me preguntó Louis.

Genial, se había dado cuenta, justo lo que no quería que pasase.

Louis se sentó al lado mío de la cama y me dió la mano intentando parar mi temblor.

-Harry, Harry...tranquilo, ¿si?-me dijo con la voz dulce.

-L-lo siento esque...-tartamudeé intentando explicarme.

Tenía todo planeado, llevaba años esperando este momento, ya mi padre no estaba ni me iba a hacer daño y se que mi madre me apoyaría pero aún así hay una parte de mi que solo piensa en todo lo malo que puede pasar, como todo podría cambiar.

Me quedé callado por completo, mi mente se quedó en blanco y lo único que sentía solo era el calor de la mano de Louis sobre la mía a la vez que apoyaba su cabeza sobre mi hombro de manera cariñosa.

No se como lo hace pero pase lo que pase él siempre sabe que hacer para que me sienta mejor, ni con una sola palabra, solo una caricia y ya estoy a salvo.

Dejé el telefono a un lado y me terminé de arreglar para salir a dar un paseo por el parque de enfrente, no había mucha gente y estaba demasiado nublado.

—¿Tienes frío?—preguntó Louis colocándome mejor la bufanda que llevaba.

Asentí tímido con la cabeza.

Me agarró de cintura hasta pegarme más a él y se acercó despacio hasta que sus labios rozaron los míos delicadamente.

Al instante mi estómago se contrae por los nervios y las otras mil emociones más que me hace sentir.

—Vamos a la cafetería y tomamos un chocolate caliente, ¿quieres?—me ofrece Louis.

Y así juntos de la mano llegamos hasta la puerta del bar, no era muy grande pero era bonito. Habían dos árboles de navidad grandes a ambos lados y luces por toda la pared del fondo.

De pronto una brisa haciendo que el gorro que llevaba se cayera al suelo. Louis lo recogió y entramos los dos a la cafetería.

En la barra nos atendió una señora que estaba al lado de la cafetera y nos guió hasta sentarnos al lado de la ventanilla del fondo.

Esperamos hasta que algún camarero nos tomara la comanda hasta que ví en el fondo a una chica morena de pelo largo vestida con una falda negra corta y unos tacones muy altos.

Si, era Eleanor.

Se acercó hacia nuestra mesa ocupada mirando el papel de reservas.

—Hola buenas que desean tomar...—dijo hasta que nos vió.

Louis en ese momento se giró y tampoco dijo nada.

Silencio.

—Nos vamos.—dijo louis mientras agarraba el abrigo.

Salía muy deprisa y yo intentaba seguirle el ritmo pero era complicado.

—¡Espera!—gritó Eleanor.

Ya fuera del local Eleanor también salió y se puso enfrente nuestra para seguir caminando.

—Solo serán cinco minutos, lo prometo.—rogó a Louis para que no nos fueramos.

182 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora