« El amor se hace más grande y noble en la calamidad. »
[Draco Malfoy × femOc]
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Los personajes y el mundo de Harry Potter le pertenecen a J. K. Rowling. El resto de historia es de mi autorí...
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Narrador omnisciente
Agatha estaba sentada en el comedor, absorta en la lectura de su libro "El amor en tiempos del cólera". La chica se lo había llevado consigo desde el departamento aquel día que hizo su bolso para la escuela. No podía no llevar su libro favorito a cualquier lugar que iba. Ella sentía que aquel libro Muggle era su zona segura entre tanto caos que pasaba por su cabeza.
Mientras leía las primeras paginas del libro, saboreaba algunos trozos de manzana que habían sido dispuestos para el desayuno aquel día.
Aunque no era una amante de la fruta, la manzana roja era una de las pocas opciones que toleraba y era lo menos calórico que servían en el desayuno en Hogwarts.
Desde hace un año que Agatha detestaba comer. La comida se había vuelto su enemiga desde la muerte de Fred y lamentaba aquello, porque ella siempre había tenido una buena relación con la comida, hasta ahora.
Agatha siempre fue regordita en comparación del resto de chicas. No era gorda, pero tampoco delgada. Por suerte fue algo que nunca le acomplejo mucho, aunque muchas veces sufrió burlas por parte de sus compañeras de casa.
Pero este año Agatha estaba distinta, en muchos sentidos. Además de haber cortado su cabello hasta la altura de sus hombros y tener una cicatriz en su mejilla, también había bajado mucho de peso. Veinte kilos para ser exactos, algo que nadie de su circulo de amigos le cuestionó hasta ahora, algo que en el fondo, le había dolido a la peli castaña.
habían transcurrido algunos días desde la conversación con Ginny en el baño del segundo piso del castillo, donde Agatha había recuperado el contacto con una de sus mejores amigas y casi hermana, pero también había sufrido su primer ataque de pánico en el colegio.
La chica agradeció profundamente que Ginny no profundizara en el tema y se centrara más en hablar de ella misma que en preguntar por la vida de Agatha.
Ginny le contó que llevaba una relación oficial con Harry desde hacía casi un año. Aunque todos sabían que ellos ya se tenían ganas de hacia mucho tiempo atrás.
Agatha siempre se encargaba de molestar e incentivar a Ginny a confesarle su amor a su otro amigo. A la Slytherin solo le faltaban las alas y el arco con flechas para ser cupido, porque durante los últimos años también estuvo involucrada en ayudar a Ron a descubrir sus sentimientos por Hermione.
Al llegar este año y ver que todos sus amigos estaban en pareja fue algo que puso muy feliz a Agatha, amaba ver a sus amigos felices. Sin embargo, le fue inevitable no cuestionarse su situación amorosa también y no pudo evitar sentirse un poco sola.
A lo largo de sus años en la escuela, Agatha Millier había tenido parejas, pero estas experiencias amorosas habían resultado en fracasos de cierta manera. Su habilidad para elegir a los chicos adecuados dejaba mucho que desear y, lamentablemente, en la mayoría de los casos, estas relaciones terminaban con la dolorosa realidad de que la engañaban con otras chicas.
