« El amor se hace más grande y noble en la calamidad. »
[Draco Malfoy × femOc]
🚫 No se permiten copias ni adaptaciones sin mi autoría 🚫
Los personajes y el mundo de Harry Potter le pertenecen a J. K. Rowling. El resto de historia es de mi autorí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador Omnisciente
Agatha caminaba por las adoquinadas calles del famoso Callejón Diagon, sintiendo una extraña sensación de nostalgia y emoción al mismo tiempo dentro de su cuerpo.
Nunca pensó que volvería a visitar este lugar para comprar utilería para la escuela después de todo lo que había sucedido luego de la batalla de Hogwarts.
La tienda de varitas, la librería, las pociones, los olores característicos a malvavisco y caramelo en el ambiente le hizo volver a sentir esa sensación que tanto extrañaba. No pudo evitar sonreír inconscientemente.
Como era de costumbre, en aquella época del año las calles se encontraban repletas de familias y estudiantes emocionados comprando todo lo que necesitaban para comenzar su nuevo año escolar. Agatha al ver esta escena fue invadida por un amargo sentimiento.
Ver a la familias irradiar esa felicidad era algo que sin duda, ella había envidiado siempre.
Sin embargo, para la chica Slytherin no todo eran recuerdos dañinos para su memoria. También habían otros que lograron ser como una poción curativa para su corazón. Aquello fue conocer a los Weasley.
𝐅𝐥𝐚𝐬𝐡𝐛𝐚𝐜𝐤
Agatha salió de su casa apresuradamente aquel día nublado y frío. Tratando de sostener con su boca una rebanada de tostada con mermelada que se había preparado rápidamente antes de salir como desayuno, mientras que su bolso viejo era arrastrado por el suelo.
La carta de Dumbledore le había indicado que debía dirigirse al "El Caldero Chorreante" en Londres para acceder al Callejón Diagon. De esa manera ella podría acceder a todos los materiales que necesitaría como bruja en Hogwarts. Afortunadamente, la casa de sus padres difuntos se encontraba en la ciudad, lo que facilitaba un poco más su viaje.
A pesar de su corta edad de apenas once años, Agatha desde pequeña estuvo acostumbrada a cuidarse por sí misma. Después de la muerte de sus padres cuando ella era solo una bebé, su tía Maggi fue la encargada de cuidar de ella, aunque no podía prestarle mucha atención debido a su trabajo, pues trabajaba todo el día como enfermera en el hospital y la mayoría de veces hacia turnos nocturnos. La pequeña entendía que su tía había asumido la responsabilidad de cuidarla un poco obligada y no la juzgaba por ello, sino hubiera sido por ella, lo mas probable es que hubiera acabado en en un orfanato.
Cuando Agatha recibió su carta de aceptación a Hogwarts, al principio pensó que se trataba de una broma de mal gusto, ya que para cualquier persona normal la magia era cosa de cuentos. Sin embargo, su escepticismo se desvaneció cuando una lechuza apareció en su ventana poco después con otra carta, esta vez escrita personalmente por el director del colegio, Albus Dumbledore.
