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El plan estaba en marcha, pensaba un rey egoísta en la habitación de su esposo como si fuese la suya propia.

Se dirigió hasta un mueble lleno de cajones y abrió uno encontrando lo que buscaba, una pequeña caja rojiza con un contenido mortal. Una manzana roja.

Por lo que sabía (según Gogol) con un mordisco el príncipe no volvería a despertar, no sabía si estaba envenenada o hechizada pero no tenía tiempo de descubrirlo. Su marido volvería pronto de su viaje.

Agarro la caja y fue hasta donde estaba ese espejo bufón que tanto se arrepentía de comprar. "¿De entre todos los espejos que habían tenía que comprar este?" era una duda muy frecuente del pelinegro.

-Hey, дешевое зеркало (1).- llamó Fyodor al estar delante de el mencionado.

-No tengo la menor idea de lo que dijiste, pero imaginare que me llamaste el amor de tu vida.- expresó con una sonrisa payasa como de costumbre- ¿Que desea?

-Cambia mi apariencia, ese Dazai no debe reconocerme.- ordenó cortante e intimidante.

-No escuche el espejito, espejitoo~

Antes de rendirse y complacer los deseos del payaso exhaló profundamente.

-зеркало Зеркало (2)...

-In Spanish, please.

-Espejito, espejito...- no disimulaba lo harto que estaba en su tono de voz.- Por favor cambia mi apariencia para que Dazai Osamu sea incapaz de reconocerme.

-Ya que insistes...

En el reflejo del peliblanco podía verse la concentración en su mirada con los ojos cerrados, un momento después los abrió y dirigió su mano hacia donde estaba su amo. La mano salió del espejo y Fyodor abrió los ojos demostrando su sorpresa.

-Toma mi mano.- indicó Nikolai.

Él no tardo en obedecer y así lo hizo. La mano del bufón era suave y algo cálida y tenia que admitir que también era un poco agradable. Luego se sintió raro, no sentía dolor pero algo le decía que el proceso era tortuoso. Echo un vistazo a su cuerpo encontrándose con que cambiaba todo, desde su piel que ahora parecia estar tan arrugada como si la hubiese dejado horas en el agua, hasta la forma de su espalda, que antes era recta y ahora era algo encorvada.

Cuando la transformación llegó a su fin se encontró con dos cosas:

Primera: Ahora tenía el aspecto de una viejita con una capa negra larga que cubría su cabeza, ocultando algunos de sus cabellos blancos. Su nariz tenía una o dos verrugas y muchas arrugas. ¿Cuantos años aparentaba tener esa señora? ¿100 años?

La segunda pero que era más sorprendente, Nikolai Gogol, el bufón que siempre estuvo en su espejo estaba ahí junto a él, pisando el mismo suelo sólido que él y respirando exactamente el mismo maldito aire que él.

-¿Que se supone que haces aquí?- pregunto intentando estar calmado.

-Por fin soy como una de esas aves felices en el cielo azul.- exclamó con una sonrisa enorme y sus ojos bien abiertos mirando el techo y estirando sus brazos como si contemplara algo.

-¿De que hablas?

-Libre. Así es la libertad, lejos de mi jaula. Listo para volar en el cielo.

Una ceja levantada y una mirada confundida podían apreciarse en el rostro de Fyodor.


¿Que estaba pasando?

































¿Que está pasando, lectores? ¿Que creen?


(1) espejo barato

(2) espejito, espejito


=541 palabras

Blancanieves- Soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora