○8○

160 15 5
                                    


  
   -Chuuya-san me ayudó a fingir mi muerte para...- un sonrojo y vergüenza invadió a Higuchi en medio de su oración. Jugueteaba con sus manos por los nervios que tenía.

   -¿Para...?- preguntó Dazai intentando que continúe con lo que diría.

   -Porque le gusta una chica de clase baja, Gin. Se quiere escapar con ella.- interrumpió Chuuya para que fuese más rápido, si no lo hacía la rubia tardaría mucho en decirlo.

   -¡Chuuya-San!- exclamó totalmente roja Ichiyo y luego se recompuso- Bien, si, está bien. Es por lo que dijo Chuuya.

   -...Oh.- el vendado no sabía que decir, le había tomado por sorpresa su razón, a él le parecia algo infantil fingir una muerte por amor.

   Hubo un silencio algo incómodo hasta que Chuuya decidió romperlo.

   -Bien, asunto aclarado. Ahora nos vamos.

   -¿A donde van?- la curiosidad era notable en su tono de voz y en su mirada.

   -Si te digo donde es, no será un lugar  100% seguro- le explico serio al vendado.- Adiós.- se despidió con un gesto de mano.

   -Si te vas, al menos despídete bien- exclamó Osamu algo sonrojado por lo que había dicho.

   -...¿Con un golpe?- era pésimo para entender indirectas, el peor.

   El más alto negó con un gesto de cabeza, luego se acercó al pelirrojo y se agachó un poco para estar a su altura. Entonces, le dio un corto beso en sus suaves y ligeramente pálidas mejillas, provocando que su cara dejara de ser blanca para pasar a ser rojiza y que sus ojos se abrieran con gran sorpresa.

   Chuuya quería insultarlo, gritarle o golpearlo pero lo único que fue capaz de decir fue:

   -Nos vemos, momia estupida.- y se fue junto a la princesa a quien sabe donde

   "Nos vemos" sus palabras rebotaban en su mente como si de resortes se tratase, según lo que dijo, se volverían a ver.

   El deseaba con toda su alma que fuera pronto.

           

             

   En otro lugar...

        
    
   La habitación grande del rey estaba oscura por las cortinas moradas oscuras que tapaban la luz natural que provenía de la ventana. Ahí se encontraba Fyodor con una manzana roja en una mano, viendo al bufón de su espejo.

   -¿Estas realmente seguro de que esto matara al príncipe?- preguntaba a Gogol.

   -Con un solo mordisco será incapaz de volver a despertar...- respondía con un tono de misterio.















































   ¡Nuevo capítulo!

   ¿La historia les está gustando?

   Yo había empezado a escribir este capítulo y olvide guardar así que tuve que volver a hacerlo.

   ¡Buen día para todes!

=418 palabras

Blancanieves- Soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora