Capítulo 11. Me siento vivo contigo
-Ya casi está... -Dice Adrián mientras me conduce con los ojos vendados entre él, mi hermana y Katie.
-Eso me dijisteis hace diez minutos... -Río un poco y sigo caminando. -Además, ya sé donde vamos, no hace falta la venda...
-¡Cállate! ¡No seas impaciente! Todo a su debido tiempo... -Me responde Kiara.
Me siguen guiando hasta que piso un suelo que al pisarlo me hundo, pero no me hundo del todo, es muy...extraño.
De pronto una leve brisa choca contra mi suave faz y mi pelo, es una brisa diferente, nunca he sentido una así, es una sensación muy bonita y agradable.
-Ya estamos aquí, te quito la venda. -Dice Katie mientras sus delicadas y suaves manos empiezan a desatar el nudo de la venda que me tapa la mirada.
Una vez me la quita, todo un paisaje precioso se abre ante mí, estoy viendo el mar, el hermoso y majestuoso mar con el que soñé ver tantas veces en la vida real, y al fin lo estoy haciendo...la primera vez que veo el mar, con veintiún años, estoy viendo el mar por primera vez en mi vida...
Me quedo callado, observando las hermosas y elegantes vistas que me ofrece la salvaje naturaleza.
«Algún día visitaré el mar contigo...» De pronto, recuerdo las palabras que Blake me dijo una vez...esas inocentes palabras elaboradas y dichas por un niño inocente lleno de ilusión por conocer lo que hay más allá de la libertad junto a su hermano mayor y los demás, ese era nuestro pequeño y humilde sueño, ver algún día el mar todos juntos...este sueño no lo estoy cumpliendo por mí...sino por ti, ya que tu nunca pudiste ni podrás cumplirlo, esto es por ti, mi pequeño ángel inocente...espero que seas feliz, estés donde estés.
Empiezan a salir lágrimas de mis ojos, acto seguido miro al cielo sin decir nada, llorando en silencio, en completo y triste silencio.
De pronto, Katie me da la mano suavemente, y cogidos de la mano ella mira al horizonte.
-Cariño...no quiero que llores... -Me mira. -...quiero que sonrías y seas feliz... -Me da un dulce beso en la mejilla.
Le sonrío con ternura y me seco las lágrimas.
-Sí...debes estar feliz, estás cumpliendo nuestro sueño. -Añade Kiara con una sonrisa, pero con los ojos brillantes, apunto de llorar. -Anda, ven... -Se acerca a mí poco a poco y me da un abrazo fuerte y con amor.
Automáticamente yo se lo correspondo con todo el amor y cariño del mundo, y al paso de unos segundos nos separamos y hacemos un contacto visual que acabamos con una sonrisa tierna.
-Bueno...no podemos bañarnos porque estamos en noviembre, pero...-Dice Adrián mientras se sienta en la arena de cara al mar. -...podemos sentarnos y estar aquí el tiempo que queráis. -Sonríe.
Los demás también nos sentamos, todos juntos y con una pequeña y dulce sonrisa.
Al paso de un rato, empieza a anochecer, hasta que poco a poco el sol termina escondiéndose de nosotros y la bella y elegante luna sale y se posa en todo el centro del cielo oscuro y estrellado.
-Y lo más gracioso fue que terminé cayéndome. -Ríe Adrián, contándonos una historia de su infancia en el orfanato.
-De verdad...que torpe eras, y pensar que ahora eres un superhéroe. -Dice Katie sonriéndole a su hermano.
-Oye...¿puedo preguntaros algo? -Digo de pronto a Adrián y a Katie.
-Sí, ¿el qué? -Responde Adrián.
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Proyecto 176
AcciónArthur y sus hermanos son protagonistas de un infierno por culpa de su padre, el cuál es un científico loco al que le da igual poner en riesgo la vida de sus hijos para inyectarles "poderes" mediante su exitoso experimento, llamado "Proyecto 176", e...