Cap. 5

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—Hee, ¿me haces un favor?—el chico de cabello rojizo asintió mientras se acomodaba el bolso sobre el hombro. 

—Claro.

—Aún tengo que acomodar unos papeles—explicó JongWoon con voz apurada mientras avanzaba a la ventana. Abrió la persiana y señaló hacia el lado contrario de la calle— ¿ves el auto negro que está allá?

—Sí.

—Adentro hay un chico de cabello castaño,
medio alborotado y ojos grandes, es Kyuhyun—Heechul sonrió de lado mientras veía el lindo auto del amigo de Jong.

—¿Ese es el auto de tu amigo? ¡Vaya!

—Sí. ¿Podrías decirle que me espere veinte minutos?—suplicó juntando las manos. 

—Claro. aunque podrías dejarlo, Yunho no se molestará.

—Prefiero no dar mala impresión, son mis primeros días—aclaro con cierto rubor en el rostro. Más allá del buen trabajador, JongWoon sabía que Yunho alababa el esfuerzo, y sí, no veía nada de malo en querer llamar su atención con algo tan típico como el orden y eficacia que tenía en el trabajo. 
Heechul levantó los hombros.

—Como quieras—agitó la mano, despidiendose de Kim el gris, y avanzó hasta la sálida. 

Del otro lado de la calle, Kyuhyun esperó con impaciencia a que saliera JongWoon del trabajo. Miró su reloj y se dio cuenta que su amigo tenía siete minutos de retraso. 
Espero un poco más...

—Hola, Kyuhyun—el castaño pegó un brinco cuando un sujeto de cabello rojo y piel blanca se posicionó junto a su ventana con esa voz que mezclaba la sensualidad y la burla—. Soy Kim Heechul y trabajo con JongWoon.

Heechul...
Ya recordaba. No parecía un peligro, no había razón para ser grosero con él o despectivo de alguna forma. 
—Oh, hola. ¿Qué tal?

—Me pidió que te dijera que estará aquí en unos veinte minutos. Prefirió terminar con algunos cuantos papeles—manoteó de forma graciosa y Kyuhyun asintió. 

—De acuerdo, muchas gracias por avisarme.

—Lindo auto—levantó el pulgar y poco a poco se alejó de ahí.

—Gra...cias.

Así que JongWoon se había quedado a trabajar veinte minutos extra.
Ya estaba seguro que ese tal Yunho era un jefe de esos que fingían bondad, liderazgo, compañerismo y toda esa basura. Pero en el fondo era un hipócrita, abusivo, engreído que iba a pasarse de listo con JongWoon cada que tuviera la oportunidad.
Kyuhyun miró con impaciencia al edificio, revisó su reloj.

— ¿Será que...? ¿Podré?

{•••}

—Sigues aquí—Jong se sonrojó de inmediato al oír la voz de Yunho a sus espaldas, sólo había salido a servirse un poco de agua. Retiró el vaso de su rostro, y le dedicó una linda sonrisa blanca y perfecta que casi lo hizo suspirar. 
Se veía perfecto con las mangas de la camiseta remangadas hasta los codos, el pantalón de vestir que se ajustaba a sus piernas.

—Ah sí, pero ya he terminado señor Jung—volvió en sí y comenzó a guardar sus cosas. 

—No te preocupes por esas cosas, al menos por estas semanas—le guiñó un ojo, JongWoon sintió que podría quedarse embobado mirándolo todo el tiempo. Entendía que luego de unas semanas, comenzarían los últimos detalles de la colección que iba a lanzar, y con ello, vendría más trabajo. 

—Sí, pero...

—¡Hola!—escuchó una voz demasiado conocida haciendo eco en el pasillo, su mundo entero se hizo trisas y predijo un millón de posibles desastres a ocurrir en los próximos segundos. 

Almas opuestas - {Kyusung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora