Epílogo

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—¡¿Qué ustedes dos que?!—preguntaron la madre Jongwoon y la madre de Kyuhyun al mismo tiempo, a través de la videollamada, sorprendidas.

—Nos casamos. En Niza—Jong levantó su mano, mostrándoles el anillo en su dedo. Kyuhyun hizo lo mismo después.

—Hace dos días—aclaró el castaño.

—¿Y por qué  no me dijeron nada? ¿Cho Kyuhyun?—la señora Cho miró a su hijo con indignación—. Mi único hijo se casa y yo en este sitio sola. 

Kyuhyun puso los ojos en blanco con una sonrisa. Su madre se hallaba en las bahamas con sus amigas de las clases de Yoga; no estaba sola, ni en un mal lugar. 
JongWoon entendió en ese momento de donde Cho había sacado lo dramático. 

—Perdón mamá, fue muy improvisado.

—Bueno, por lo menos sé que mi hijo está en excelentes manos—añadió lanzándole un guiño al peligris—. Nada me hace más feliz que verte con un muchacho tan guapo y educado como JongWoon.

—Gracias señora, Cho—Kim hizo una reverencia. Los tres esperaron algunas palabras de la madre de JongWoon, quien con pañuelo en mano pareció verlos con orgullo a través de la pantalla.

—Kyuhyun, yo sé cuanto aprecias a JongWoon. Ambos han sido tan unidos por mucho tiempo que... sólo puedo desearles lo mejor del mundo. Lo siento—se disculpó antes de que el llanto la venciera. 

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De vuelta a la rutina, JongWoon entró al ascensor en las oficinas de YH cargando consigo un presente improvisado que Chae Rin le había regalado por su compromiso. A quien no habaía visto desde unas horas atrás, era a Heechul. 

El ascensor se detuvo en el piso siguiente, dándole paso a un elegante Siwon, quien sonrió con cortesía al muchacho de cabello gris. 

—JongWoon hace meses que no te veía.

—¿Qué tal, Siwon?

—¿Cómo te ha ido? Escuché que al fin dejaste de ser sólo el secretario y ahora tienes un buen trabajo en YH—el comentario no le hizo mucha gracia a JongWoon, aunque era cierto que su paga ahora mejor, él no tenía ningún derecho de hacer menos su puesto anterior; del que también había aprendido mucho.

—Aja—musitó.

—A mi me ha ido muy bien. Haré un casting la próxima semana para salir en un drama.

—Me alegro mucho por ti, Siwon—le sonrió levemente. 

El ascensor finalmente llegó al último piso, JongWoon buscó su celular en el bolso.
En la pantalla se veían los mensajes desesperados de un impaciente Kyuhyun que seguro sólo lo llevaba esperando dos minutos . En su fondo de pantalla estaban ellos, junto al mar, vestidos de blanco. 
JongWoon sonrió al ver que incluso en las manos aún se le notaba el bronceado de esas semanas de boda y luna de miel en Francia. 

Antes de llegar a la puerta, una mano lo tomo por el antebrazo haciéndolo detenerse.
Nuevamente, ahí estaba Siwon.
—Oye... sé que sólo me ves como amigo—habló con cierta, falsa, melancolía—. Pero en verdad me gustaría que un día de estos fuéramos a algún lugar. Algo más divertido que la última vez.

JongWoon rio divertido, confundiendo al contrario.
—No lo creo, Siwon. A mi Kyu le daría un ataque.

—¿Tú Kyu?—preguntó estupefacto, soltando de inmediato al peligris. 

JongWoon levantó la mano, mostrando que... ya no era soltero. Siwon abrió los ojos como platos.
—Es mi esposo.

—¡¿Qué él es tu qué?!—preguntó casi a los gritos. Atrayendo innecesariamente las miradas de los demás. 

Almas opuestas - {Kyusung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora