Cap. 11

361 24 62
                                    

—¿Todavía estás molesto?

JongWoon iba a ignorar la pregunta y concentrarse en el cuadro de cactus naranjas que Chae Rin le había encargado para decorar su nuevo departamento. Pero ignorar a alguien como Cho Kyuhyun, era imposible.

Aún no entendía de donde era así... La señora Cho era tranquila y platicaba que su esposo también. ¿De donde podía un ser tan común como el castaño tener la fuerza para ser tan exasperante?

Jong rodó los ojos y luego se giró sobre su silla a mirarlo seriamente.
—No puedo creer que hayas hecho eso—dijo entre dientes—. Eres... tremendamente infantil, Cho.

—Yo no soy infantil—se paró frente a él y levantó los brazos con emoción—. ¿Quién quiere comer papas fritas con helado?

Kim lo ignoró sin perder su objetivo. 
—Agradece que Yunho no sabe que tú fuiste quien hizo todas esas cosas—. Yunho rara vez se miraba molesto, y si lo hacía se limitaba a tener un gesto serio y una voz gélida para pedir las cosas. 
Pero lejos de la actitud de su jefe... había algo bastante obvio por lo cual también se preocupaba.

—Estás tomándole mucha importancia.

—¡Soy yo quien trabaja ahí, Kyu!—le respondió con obviedad. Kyuhyun se paso una mano por la frente y rio con aire decepcionado.

—No puedo creerlo.

—¿Qué?

—Que estés discutiendo conmigo por ese tipo...

Ese tipo, es mi jefe, y el cincuenta por ciento de mi salario neto es porque él me paga—dejo a un lado el pincel y se paro enfrente de su amigo—. Yo no voy a las oficinas del periódico donde trabajas a hacer berrinche por tonterías.

Kyu se quedó callado. Kim lo miró de arriba hacia abajo y volvió a sentarse, dándole la espalda, para intentar continuar con su pintura.

—Vale, tienes razón. Lo siento—susurró lo último. JongWoon, sonrió levemente. 

—No te escuché—el resoplido de frustración le devolvió poco a poco la tranquilidad. 

—Querido, JongWoon. Lo siento. No debí portarme de esa forma en el evento de tu trabajo. Fue muy irrespetuoso de mi parte.

—Gracias—se giró una vez más. Kyuhyun cerró los ojos y respiró hondo. Leugo volvió a ser el mismo de antes.

—¡¿Quién quiere papas fritas con helado?!—levantó ambos brazos en señal de emoción, JongWoon sonrió feliz, otra vez.

—Voy por un suéter.

~•{}•{}•{}•{}•~

Salieron de la sala de cine con una cara de confusión.
Kyuhyun tiró el bote de palomitas ya vacío, JongWoon siguió con su refresco sin entender todavía el final de la película.

—No entiendo, ¿estaban o no enamorados?

—Tampoco entendí—ambos amigos se miraron y negaron con la cabeza—. Que pelicula tan mala.

—Sí, pero al menos ya sabemos que ver peliculas románticas no es lo nuestro—rieron al unísono.

—Definitivamente.

—JongWoon— una voz conocida llamó al peligris a sus espaldas. 

—Siwon—Kyuhyun puso los ojos en blanco, sin importarle que el grandulón presumido estuviera ahí.

—¿Qué tal?—le sonrió al chico antes de mirar al castaño con seriedad—. Cho.

—Siwon—le respondió con el mismo desinterés. JongWoon rompió rápidamente con la lucha de miradas que compartían esos dos. 

Almas opuestas - {Kyusung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora