Cap. 13

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24 horas más tarde todo parecía normal todavía.
Ahora el horario de JongWoon no le permitía a Kyuhyun llevarlo, pero sí traerlo de vuelta a casa; y de pasó, asaltar su refrigerador sin ninguna vergüenza. 

Kim amaba el nuevo trabajo a lado de Chae Rin, que sí bien, era más pesado, también reducía sus horas de aburrimiento frente a la computadora, y el tener que llenar papeles, o contestar llamadas que, a veces, provenían de gente maleducada. 
Ahora sólo eran telas, modelos, ropa, diseños, etc. Era increíble. 

La luz del atardecer cruzó la ventana, e iluminó el lienzo frente a él.
Deslizó el pincel con pintura blanca, dándole esa forma especifica que una de sus clientas había encargado.
Escuchó la puerta, y luego los pasos que poco a poco se acercaron a donde él se encontraba. 

—¿Qué pintas?—Kyuhyun se paró detrás de él, miró la pintura y luego observó fijamente la forma en la que el peligris admiraba su pintura.
Con un orgullo indescriptible, una sonrisa ligera que expresaba más que sólo amor por lo que hacía. 

—Nubes—le respondió sonriente, sin despegar la vista de su trabajo. Kyuhyun sonrió de lado.

—Es un cuadro hermoso.

—¿Verdad que sí? Me lo encargó una chica de la uni...versidad—JongWoon se removió, alejó el pincel enseguida y gimoteo—. Cho.

—¿Qué?—preguntó burlón mientras deslizaba su mano tibia entre la ropa y el abdomen del contrario—¿No puedes seguir pintando?

El castaño susurró de forma suave y seductora en el cuello contrario, dejo un beso pequeño, luego uno más. Sonrió travieso y JongWoon cerró los ojos, mordisqueó sus labios y sintió un cosquilleó prohibido que inundó su cuerpo entero.
—No si... me besas... de esa forma.

—Entonces haz una pausa—Kyuhyun le arrebató la paleta de madera y la puso en la mesita cercana junto a los botes de pintura. JongWoon estaba sonrojado, La mano de Kyu se mantenía acariciandolo bajo la ropa, y luego se deslizó hacía su ombligo.

—Creí que.. no se iba a repetir.

La risa astuta del castaño chocó de forma determinante en su mejilla.
—Tu boca dice esas cosas—susurró—, pero la forma en la que tu piel se estremece cuando te toco me dice otra.

—Kyu—volvió a quejarse, en un tono que asimiló más a un gemido.

Estaba perdido... una vez más.

~•{•••}•~

Kyuhyun tenía la camisa manchada de pintura, y cada parte donde el peligris lo había tocado.
—Estas todo pintado, disculpa— deslizó su pulgar por la mejilla de su amigo, estirando la pintura azul.  Luego en su mandíbula, la mancha gris.

—No me importa—Kyuhyun lo miró a los ojos, de forma intimidante. Tomó su mano y se la llevó a los labios para repartir un camino de besos desde sus dedos manchados hasta sus muñecas.
Le sonrió en respuesta, cuando lo soltó, JongWoon tomó su ropa interior y se la puso mientras observaba los hombros pintados de Cho.

—Puedes ducharte si gustas.

—Claro.
Kyuhyun se puso de pie, tomó su ropa y salió del cuarto hacia el baño.

—Te llevaré una toalla enseguida—anunció JongWoon mientras buscaba sus pantalones. 

Escuchó la puerta, terminó de vestirse y caminó hacia su habitación para buscar una toalla extra.
En el espejo de cuerpo completo, su reflejo le mostró la mejillas sonrojadas, una mancha de pintura en el pómulo y otras más que se esparcían por su piel. 

Almas opuestas - {Kyusung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora