Almas opuestas - {Kyusung}

Cap. 9

Kyuhyun llegó a la hora indicada en el mensaje que JongWoon le había enviado. Eran las tres en punto y aunque intentaba tomar todo con la misma naturalidad de siempre, la entrevista que tuvo con el jefe de su amigo días atrás le seguía martillando la cabeza. 

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Oficinas del CEO de YH
Días atrás.

—No quiero que los trabajadores tengan una carga tan estricta—Yunho se mostró un tanto tímido con su respuesta. Kyu sintió que sus entrañas se retorcían de molestia—. Sé lo que es el trabajo duro con gente maleducada y que no te valoren al final del día. Y no quiero ser señalado por algo así, suena espantoso.

El jefe de JongWoon resopló, se acomodó el flequillo y sonrió de lado. Kyuhyun torció los labios, buscando algo que pudiera hundirlo. 
Sabía que estaba mal, pero no podía parar. Era tan surrealista estar confirmando que en verdad sí se trataba de un sujeto amable y educado, y no un farsante tiránico. 

—Pero si aspira a que YH se convierta en una marca de lujo mundialmente reconocida, ofrecer trabajos de medio tiempo no suena tan... factible ¿Oh sí?—sonrió de manera burlona. Yunho rió despacio y negó con la cabeza.

—No aspiro a ver personas forradas con el logo de mi marca, sino a una exclusividad que haga honor a esa palabra—explicó sin molestia alguna—. Y para ello no necesito un millón de trabajadores que estén aquí doce horas. 

—Entonces... JongWoon no puede aspirar a un trabajo completo—Yunho ladeo ligeramente la cabeza. 

—No todavía, pues ni siquiera yo lo tengo. Después de mucho tiempo, funde YH por diversión, no porque necesitara de la moda para vivir—Kyu estaba por sonreír triunfante, pero el contrario jadeó avergonzado—. Oh, soné muy egocentrista, por favor discúlpame.

—Ya veo...

—¿Entonces? ¿Hay algo más?

—No, eso sería todo—Kyuhyun cerró la libreta, apagó la grabadora de voz y cuando estuvo por ponerse de pie. Yunho se adelantó a sentarse sobre el escritorio, justo frente a él. Cruzado de brazos, sonriendo con picardía.

—¿Cuánto tiempo llevan siendo amigos?—Cho se recargó en el asiento. De repente se sintió al borde de un enfrentamiento verbal. Curiosamente, eso  sí lo emocionaba.

—No lo sé, casi diez años. Creo—Jung silbó. 

—Es un largo tiempo. Seguro lo conoces muy bien.

—Por supuesto—respondió en seguida—. No hay nadie que lo conozca mejor que yo—en su mente, la actitud repentina del jefe de JongWoon le daba una espina de quererlo como informante, y eso, era algo que Cho Kyuhyun no estaba dispuesto a hacer—. Ya debo irme, él y yo tenemos cosas que hacer. 

Puntualizando aquello, se puso de pie y caminó hacia la puerta de la oficina. Pero nuevamente la voz de Yunho lo detuvo. 

—No puedes engañarme—Kyuhyun se giró a verlo—. Tú estás enamorado de JongWoon. Y está bien, es un chico lindo.

Aquello último golpeó con fuerza al contrario, un escalofrió recorrió su cuerpo, se sintió igual que cuando hacía travesuras y su madre lo descubría. 
Una sensación tan rara que lo hizo ponerse aun más a la defensiva.
—¿Qué clase de suposición es esa? ¿Intentas pasarte de listo?—cruzó los brazos, indignado por el atrevimiento de Yunho. 

—Tranquilo. Creo que confirmas lo que pensaba.

—Espera... No hables de cosas que no conoces—juraba que iba a soltarle un golpe. Lo haría. No le importaba nada en absoluto.