Cap. 8

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Jung Yunho salió de su oficina, luciendo un atuendo en colores cálidos que le iban de maravilla. Sonrió en dirección a su asistente de cabello gris mientras este acomodaba algunos folders en un cajón del escritorio. 

—Siempre quedándote después de tiempo—JongWoon se sobresaltó cuando escuchó la voz de su jefe—. Sabes que no hay problema con que te vayas a casa, JongWoon.

—Ya me iba, señor—respondió con nerviosismo—. Sólo terminaba de arreglar mis cosas.

—¿Terminaste?—Yunho se acercó al escritorio, Jong sintió que su corazón se aceleraba y sonrió.

—Claro.

—También voy a salir, ¿vamos juntos?

—Por supuesto—contestó sin pensarlo dos veces.

Caminaron juntos hasta el ascensor.

JongWoon sintió que las palabras se quedaban atoradas en su garganta, como un nudo de notas de conversación fallidas que no le parecían interesantes o lo suficientemente buenas para que Yunho no creyera que era torpe o peor, que fuera demasiado obvio que le gustaba.

—¿Vas a casa?—la voz de su jefe lo hizo volver a la realidad. 

—Sí, tengo que seguir con otro de mis trabajos.

—¿Ah sí? ¿Qué es?—Kim estaba tan nervioso que no recordó con claridad su trabajo, a pesar de que había ido esa misma mañana a la oficina de correo a dejar tres de sus pinturas. Balbuceó algo extraño y finalmente desbloqueó su celular en búsqueda de su tienda.

—Tengo una tienda en línea donde vendo pinturas— su mano temblaba mientras esperaba que cargara la página. 

—¿Hechas por ti? Me encantaría verlo—Yunho se mostró interesado y emocionado por ver el tipo de arte que el peligris hacía a las afueras de sus oficinas. Por ello extendió su propio celular para que lo buscara. 
JongWoon tomó el dispositivo y entró a la aplicación para buscar su pequeño emprendimiento. 

—Es... esta tienda—Jong le mostró la página; Yessay, con el diseño que Kyuhyun le había sugerido, con su buena cantidad de seguidores y obviamente las fotos de sus obras más recientes. 
Yunho borró su sonrisa, y sin pedirlo tomo el celular de la mano de JongWoon. Miró la pagina, y luego al chico. Repitió aquello tres veces y finalmente preguntó:
—¿Tú haces esto?—Kim asintió—. ¡Es hermoso!—el halago y la expresión en el rostro de su jefe hicieron que el alma le regresara al cuerpo—. JongWoon eres muy talentoso... todas son preciosas.

—¿En verdad lo cree?

—Por supuesto— asintió con seguridad.

—Agradezco mucho su opinión—el ascensor se detuvo, ambos salieron y caminaron en dirección ala puerta. 

—No tienes nada que agradecer. Deberías tener más gente que te siga—Yunho pulsó el botón de seguir, miró a JongWoon pero antes de que pudiera decir algo más, un señor le hizo una señal para que fuera con él—. Ten una linda tarde.

Yunho le dedicó una enorme y amable sonrisa antes de caminar lejos de él.

—Adiós—suspiró para sí mismo. 

Caminó hasta el otro lado de la calle, donde Kyuhyun lo esperaba dentro del auto. 
Su amigo estaba en pijama todavía, despeinado y curiosamente, con lentes de sol.
—¿Por qué esa sonrisa en tu cara?—preguntó de forma determinante antes de siquiera saludarlo.

—Es obvio—señaló hacia el edificio, de donde salía Yunho con un grupo de hombres trajeados que ya habían estado antes en las oficinas de YH. 
Kyuhyun se bajó los lentes hacía en puente de la nariz, dedicándole una mirada incrédula.

Almas opuestas - {Kyusung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora