Nick
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La arena quedándose impregnada en nuestros pies mientras caminábamos por la orilla de la playa era la mejor sensación que siempre iba a tener.
Tomaba la mano de la mujer de mi vida, la que siempre había sido, es y será.
Me sentía tan bien a su lado, luego de nuestro gran primer encuentro.
Ya sabrán a que me refiero.
Lo tome en brazos y la cargue como costal de papas mientras le daba vueltas.
Estaba realmente feliz, estaba realmente feliz con ella.
Ella reía y yo también, estábamos muy bien, juntos.
- ¡Esta bien! Si fue mi culpa que ese día te besaras con el Hamster de Jenna, lo siento, no me acordaba que lo había puesto ahi-- Se disculpaba.
- Me viste sentarme ahí, podrías haberlo quitado-- Seguí molestandola.
- Nadie te dijo que te sentaras al lado del animal.
Le di un beso en la mejilla y ella sonrió.
Me encantaba.
- Al menos te bese a ti-- Dije y ella volteo a mirarme.
Me besó, como solo ella sabía hacerlo.
El beso fue subiendo de nivel y ella empezó a desabrochar nuevamente mi camisa.
- Eh... eres mala. Muy mala-- Me queje.
- ¿Por qué?
- Que no me quedan condones-- Confesé y ella rió.
- No importa, no harán falta.
La mire confundido y ella volvió a besarme.
Ya sabrán que paso luego de eso.
No llevaba la cuenta de cuentas veces lo habíamos hecho, esta vez en el auto, pero sabía que habíamos parado una vez que mi padre nos había llamado informándonos que habían secuestrado a Noah.
Iba a demasiada velocidad en el auto y no me gustaba, menos sabiendo que Leonie estaba ahí conmigo pero ella no se quejaba.
Su teléfono empezó a vibrar y ella lo agarro.
- ¿Hola? Si, no, Jenna necesito que te quedes con la madre de Noah, si, ya estamos de camino. En unos quince minutos tal vez. Esta bien, si, adiós.
- ¿Qué pasó?-- Pregunte una vez que ella guardo su celular.
- Jenna, dijo que estaba intentando ir con la mamá de Noah pero no puede.
- Carajo.
Acelere más el auto, ya estábamos cerca de casa y Leonie lo sabía porque en cuento vio la reja para entrar, se quito el cinturón y solo espero hasta que yo aparcara no muy lejos de la casa para salir a paso rápido hacia ella.
Salí al instante y corrí a la puerta, mi padre nos abrió y nos dejó pasar.
- ¿Qué ha pasado?-- Pregunte.
Rafaella se dio la vuelta en cuento me escuchó.
- ¡Nick! ¡Se la han llevado!-- Exclamó ella abrazándome y sollozando.
- Tranquila, la vamos a encontrar, cariño-- Le calmó papá, acariciando su espalda.
- ¿Noah salió de casa anoche?-- Preguntó Leonie y todos volteamos a verla.
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Ilegal races - Nicholas Leister
Teen FictionNicholas Leister ha sido creado para amargarme la vida. Alto, ojos azules, pelo negro como la noche... Suena genial ¿verdad? Pues no lo es tanto cuando sabes que es tu mejor amigo de la infancia y de que, además, representa todo aquello de lo que ha...