Capitulo ¿?

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Leonie

— ¿De verdad te vas a ir detrás de ese imbecil?—

— No lo llames así.

Me agarro de la mandíbula obligándome a mirarlo directamente a los ojos, con esos ojos que solo reflejaban asco y odio hacía mi.

¿Por que continuo aguantando esto?

— Yo llamo a ese infeliz como se me de la puta gana. Ah, espera, me había olvidado que te duele tanto que lo insulten pero no te duele que el te insulte a ti.

— ¡Vete a la mierda, Michael!— Grite y eso fue la gota que derramó el vaso.

El primer golpe llegó tan rápido que ni me di cuenta cuando quito su mano de mi brazo para golpearla sobre mi mejilla, o más después cuando la mano que estaba en mi mandíbula paso a mi cuello para acercarme a él mientras presionaba con fuerza. Dejándome sin aire.

A él ni siquiera le importaba que me diera algo en ese momento, solo le importaba humillarme, dejarme llena de moretones para yo luego buscar una excusa, el disfrutaba escuchar mis conversaciones con Nicholas, a través de micrófonos que metía escondidos en mi ropa, disfrutaba escuchar a Nicholas preocupado, verlo morirse del coraje, escucharlo insultar, y por obvias razones, disfrutaba reprocharme después el porque no lo defendía, a su modo.

— No me vuelvas a insultar, ¿Has oído? Aunque... ¿Que diría esta vez tu querido Nick si te ve llena de más golpes? ¿Te creería que eres sonámbula luego de dormir en su casa? ¿O me denunciaría?

No respondí y eso le cabreo aun más.

— Respondeme, perra— Exigió en mi oído.

— Nicholas te va a matar.

Esta vez ya no fue un golpe, fueron dos seguidos, mi mejilla dolía y quemaba, juraría que estaba roja.

— Mira, mi amor, iras mañana con tu Leister y le dirás que no quieres ser nunca más su amigo. De ese modo, se acabara esto, preciosa.

— Nicholas te va a matar si se entera de esto, maldito.

Solte una risa franca y el me arrojo al piso.

— Si cierras la boca no tiene porque hacerlo. Además, si lo hace o no, te va a dejar, porque te voy a follar tanto que si alguna vez se le ocurre hacerlo a él vas a estar tan sucia que te dejará botada. Una vez más.

Me quedé mirando al suelo sin decir nada, había dado en el clavo.

— Levántate. Y cumple con lo que te pedí.

Me levante del suelo al instante y el me tomó la cara entre sus manos y me dio un beso, el peor de los besos en la boca.

¿De verdad se me ocurrió a mi tener un novio a los 15?

— Te tengo miedo a ti, Nicholas— Solté y sentí a Noah para en seco detrás de mi, a Nicholas tensarse y a Mario mirarme como si le hubiera mentido a un profesor de la primaria

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— Te tengo miedo a ti, Nicholas— Solté y sentí a Noah para en seco detrás de mi, a Nicholas tensarse y a Mario mirarme como si le hubiera mentido a un profesor de la primaria.

Nicholas me soltó suavemente y sentí que el aire volvió a llegar a mis pulmones, que mi corazón aún seguía latiendo a mil por hora pero no era por Nick. No como yo quería.

— ¿Todo bien Leonie? ¿Te llevo a casa?— Pregunto Jenna saliendo de la mano de Lion.

— Por favor, Jenna— Pedí sintiendo la mirada de Nicholas sobre mi.

— ¿A ti Noah?

— ¿Podemos llevar a Mario?— Pregunto ella. Jenna asintió y luego ella vino a mi y me volteó por los hombros llevándome al auto.

Agradecí que en el auto nadie pregunto nada, nadie dijo nada.

Al llegar a mi casa de despedí de todos y entre, lo que no creí era encontrarme a mi hermano mayor allí, sentado en uno de los muebles con un vaso de licor en la mano, su pierna sobre la otra y sus brazos sobre el respaldar del sofá, estaba bien vestido pero su pelo estaba hacia atrás.

— Ya empezaba a preguntar donde estabas— Rompió el silencio.

— ¿Qué haces aquí?— Pregunte con un tono que ni yo siquiera conocía.

— Y yo que creía que dejar al maldito de O'neil te iba a permitir perdonarme— El se llevó el vaso a los labios.

Camine hasta quedar al lado del mueble en el que el estaba sentado.

— ¿Perdonarte? Fuiste el culpable de mi pelea con Nicholas.

— ¿Nicholas? Ah, vale, entonces todo el problema era porque te gustaba Nick. No fui yo el que le dijo, hermanita, fue tu noviete, no en persona pero fue el— El se levantó del mueble y se detuvo frente a mi, dándole un último sorbo a su vaso y dejarlo en la pequeña mesita.

Me quedé callada, era mejor no pelear con el.

— O'neil decidió joderte una vez— Me coloco sus manos en mis brazos.

— Sueltame, Luke.

El me soltó pero me miraba como si yo fuera la peor decepción del mundo.

— Que fuerte es tener es estar enamorada del mejor amigo de tu hermano, ¿no?

— No estoy enamorada de Nick.

— Eso dices tu, pero sabes que no es así. Aunque te diría que Nicholas es de lo peor, no lo es— Luke se movió hacia el mini bar y saco otro tipo de alcohol.

— Nicholas tiene novia.

— ¿Anna? Esa tía ni siquiera entiende la palabra de "relación" ella solo piensa en follar y en contárselo a su amigas.

— Ya, pero Nick se lo da— Me cruze de brazos y el solo soltó una risita amarga.

— Hermanita, no hables temas que no conoces— Se llevo el nuevo vaso a la boca.

— ¿Y tu si que los conoces?— Pregunte frunciendo el ceño.

— Puedo decir que no soy tan ignorante en el tema.

Me acerque más a él.

— Entonces, ¿De verdad Michael fue el que le dijo a Nick?

— ¿Con esa aclaración iras a su brazos?

— No.

Capitulo 9

No había visto a Nicholas desde lo que paso en las peleas, ninguno de los dos había hecho el intento de hablar.

En cierto modo, supongo que era lo mejor, Nicholas no era para mí, yo no era para el, solo somos dos personas que creen en un amor imposible, personas que juegan a ser otras.

Nos dimos cuenta demasiado tarde que no éramos el uno para el otro, que aunque estuviéramos tan cerca hay un muro que nos separa, un muro que nosotros mismos habíamos creado y no somos capaz de romperlo, no somos capaz de agarrar la primer herramienta y empezar nuestro trabajo, nuestro tan esperado reencuentro.

Había pasado más de una semana sin hablar con Nick, sin sentirlo, oler su gran perfume hasta que sus aroma se quede impregnado en mis fosas nasales

Pero ya no era así.

— Te dejaré conducir mi auto cuando decidas disculpar a Nicholas— Espetó Noah mientras pegaba etiquetas a su auto.

— Ya.

Estaba pasando de nuevo.

Ilegal races - Nicholas LeisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora