Don't Cry «Axl Rose»

Capítulo 3

Axl

“Oh, won't you take me home tonight?”

Nunca antes había estado tan desesperado como ahora. Digo, estuve sin tener sexo por largos períodos de tiempo pero jamás tuve la urgencia de querer hacerlo.

“Oh, down beside your red firelight.”

Izzy comenzó a quitarse la camisa al mismo tiempo que Yuna se quitaba los borcegos. Ambos sabían perfectamente que hacer, sabían cómo torturar el uno con el otro. Puedo ver qué no hay ni una pizca de vergüenza en sus rostros, mientras que yo estoy hecho un saco de nervios por ver a mí mejor amiga desnuda junto con mí otro mejor amigo.

La incertidumbre me invade y la semilla de la duda se siembra en mí interior. ¿Se habrán acostado antes y por eso no están nerviosos?
Mí atención se ve centrada en los pechos descubiertos de Yuna, su respiración es agitada y aún lado se encuentra Izzy atendiendo sin pudor uno de los senos.

“Oh, and you give it all you got.”

La radio sintoniza una canción de Queen, podría decirse que mí favorita.

— Mmm... no sean bruscos, chicos — Gimió Yuna mientras apretaba los mechones de mí cabello. No puedo no ser brusco, estoy desesperado. Pero no quiero molestar o incomodar a Yuna por lo que intento contenerme tanto como pueda.

“Fat bottomed girls. You make the rocking world go around.”

— Ooh — Exclamé asombrado por lo bien que se sentía. Sin hacerme esperar empujé mí excitación en un ritmo un poco brusco, más no escuché ninguna queja por parte de Yuna por lo que asumí que le gustaba así.

— A-aah, Axl... — Gimió y eso fue suficiente para hacerme saber que realmente lo disfrutaba. Cómo no iba a hacerlo si tiene dos pollas con que divertirse; yo atrás enseñándole mis habilidades para follar e Izzy al frente totalmente excitado y a la vez disfrutando de lo bien que Yuna atiende su polla.

Siento que voy a morir en este instante. He estado con varias mujeres a lo largo de mí corta vida y ninguna me había recibido de esta manera; dudo mucho en encontrar a alguien así.
Mierda Yuna, si sabes cómo recibir una buena polla.

[...]

La molesta alarma me despierta de mí agotador sueño. Mí cuerpo entero duele y aún puedo sentirme cansado, no recuerdo que hice la noche anterior más que beber tragos con mis amigos. Los recuerdos son borrosos y en su mayoría confusos.

Apago la alarma y regreso de nuevo a dormir pero unos golpes en la puerta de mí habitación llaman mí atención, pretendo seguir durmiendo e ignorar sea quien sea que esté molestando. Pero los golpes persisten y de paso puedo escuchar que gritan mí nombre. Molesto me levanto de la cama y me percato que no traigo nada de ropa.

Ya vestido voy a abrir la puerta y al otro lado me encuentro con el rostro enfadado de Duff.
Ja, seguro no folló y por eso está así.

— ¿Qué quieres? — Dije cansado.

— Mierda Rose, Erin está abajo hecha una fiera — Dice mirando en dirección a las escaleras. — No sé en qué mierda te metiste pero está furiosa y...

Escuchamos ruidos de platos rotos. Me llevé las manos a la cara tratando de contener mí temperamento.
Erin si que puede ser un dolor de bolas si se lo propone, pero no entiendo el porqué de su repentino enojo.