Yuta
—¿Crees que va a funcionar?
La preocupación en su tono es tan palpable que Yuta siente que ocultarlo es una broma de humor negro. Con la primavera llegando y así sus vacaciones, la fiebre pasa a un segundo plano únicamente para obtener la ansiedad del cambio con sus manos temblando y un frío casi inexistente haciéndole sudar, ignorando su alrededor al juntar sus manos y hacer un poco de fricción.
Traga en seco. Tiene miedo, tanto que el vómito parece subir por su esófago incluso si no ha comido nada, recordando la fecha y sintiendo una amarga ironía, de esas que le hacen sonreír con dolor. Demasiado para ser justos.
Mañana es su cumpleaños.
Y por primera vez en diez años, sus padres estarán juntos para festejarlo.Aún recuerda el día en dónde le pidió a Satoru aquel favor con anticipación, causando que la cortada en su dedo fuese más profunda que lo que tendría cualquiera al cocinar, aceptando con una sonrisa incómoda y obligada que le causó un estrujamiento a su propio corazón. Ligeramente peor, si le hacen el favor de preguntarle, pues Suguru solo se había limitado a suspirar en medio de la llamada, cuestionándole si estaba seguro antes de que Yuta respondiese con euforia que sí, que sí lo estaba; incluso recuerda haberse levantado de su propio asiento, casi gritándolo para darse cuenta de que el albino lo observaba desde el gran ventanal sin una sola expresión.
Realmente ninguno quería esto. Por ello, la culpabilidad se lo comía un poquito cuando los observaba a ambos con sus mejores ojos tristes o les hablaba con un tono lastimero, haciendo que aceptaran sin más quejas de por medio. Chantajista y cruel, pero era su única alternativa luego de ver le panorama.
—Tiene que funcionar, Maki—la seriedad en su voz tiembla, apretando los puños y los labios cuando el auto blanco de su padre se estaciona. Hace una pausa igual, dejando salir el aire al levantarse—si esto no funciona realmente no creo poder soportarlo.
—No quiero que te lastimes—al lado de la peliverde, Inumaki mueve las manos exponiendo un "yo tampoco", enterneciendo su corazón. Quizás no sirva demasiado, pero por ahora lo único que puede hacer es sonreírles para relajarlos.
—Vivo lastimado ya, te recuerdo—y va, que ese humor ácido disfrazado capaz no sea la mejor opción, pues la cara de la fémina le grita que está por golpearle e Inumaki parece tener un tic en las manos al no saber que responderle—¡hasta luego, chicos!Y cuando entra al auto, los brazos del albino hacen que casi muera ahogándose en su pecho. Moviendo las manos en exceso para intentar abrazarlo aunque sea con una de estas mientras escucha las palabras excesivamente empalagosas dadas por el más alto.
Gojo Satoru era fácilmente parte de su todo. Desde ser el profesor más codiado de la preparatoria vecina (con un buen porte, unos ojos exóticos al ser japonés, un buen carisma y el ego en las nubes), hasta la presa favorita de las mamás solteras como de algunos alumnos de su propio colegio, quienes con vergüenza se le acercaban para preguntarla la edad de su "hermano" -y que con toda la pena del mundo tenía que aclararles que era su padre y no alguien con quien podrían salir-.
—¿Cómo le fue hoy a mi mochi de frijol rojo?
—Me fue y ya—Yuta ríe, separándose de aquel abrazo mientras se acomoda los cabellos previamente despeinados. Ama esas muestras empalagosas de amor, incluso si le hacen sentir un poco tímido—¿a ti qué tal?
—¿Cómo que mi fii?—Gojo bufa, molesto en broma. A Yuta a veces le parece curioso como el sarcasmo de su padre suena excesivamente serio, necesitando ver por detrás de los lentes oscuros para saber si no está realmente enojado con él—eres mi hijo, niño. Era para que me dijeras que millones de chicas te pidieron el número o que hiciste llorar a tus maestros hasta hacerlos querer renunciar.
—Quizás soy más del tipo calmado—bromea, notando entonces la sonrisa mordaz de su padre y la mirada que vuelve a la carretera.
—Eso lo sacaste del insípido de Suguru.
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El camino hacia ti [SatoSugu]
FanfictionDinero, estabilidad emocional y amor. Tres cosas que cualquier adolescente desea en aquel periodo, pero claro, Yuta es único y especial. Él solo pide una familia unida, aunque sea por un lapso de tiempo, pero todo es un poco... complicado; uno de su...