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La noche recién empezaba...

Trabajar cómo valet no es tan fácil, más cuando el lugar de reunión es un hotel lujoso y llegan cientos de invitados con autos de alta gama que se prenden y manejan de distinta forma.

Sabía conducir, tenía una licencia y cierta experiencia adquirida en los últimos meses, además de una pasión por los autos.

De niña solía ir a la casa de mis abuelos de parte paterna y correr hacia el garage, donde siempre estaba mi abuelo arreglando su Ford Mustang Mach 1 de 1970. El momento en el que vi ese auto por primera vez me enamoré y comencé a dibujarlo cada vez que lo visitaba, allí descubrí el amor que tenía por el dibujo también. Mi abuelo pareció notarlo y se dedicó a enseñarme todo lo que sabía sobre autos, motores y mecánica en general.

Sin duda uno de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia.

Luego de que mi madre falleció y mi padre se casó con Sanga, él cortó lazos con todo tipo de familia, incluso con su propio padre.

Jamás volví a ver a mi abuelo y tenía prohibido contactarlo, lo mismo con mi tía Yeri y demás familiares, no sé dónde viven y ni siquiera si están vivos.

Cuando crecí quise estudiar algo relacionado con la mecánica, pero mi padre dijo que no era "femenino" y que no era una profesión de verdad. Se alteró como nunca antes y me exigió que elija otra carrera o que no iría a la universidad...

Fue entonces cuando opte por entrar en diseño gráfico en donde, aunque mi padre no lo sabe, sigo dibujando algunos autos de vez en cuando...

"Ten" Ryujin arrojó una bolsa negra hacía mi, sin darme tiempo a reaccionar ni a terminar de abrochar los botones de mi camisa.

"¿Que es esto?"

"La basura, sacala" Respondió seria mientras acomodaba unos papeles.

"¿No es trabajo del personal de limpieza? Nosotros-"

"¿Quieres trabajar o no? No puedo creer que seas tan holgazana..." me interrumpió clavando su mirada en mi y levantando el tono de voz.

"¿Ryujin ya sacaste la basura?" Se escuchó la voz del gerente a lo lejos.

"¡Si!" Respondió ella amablemente "Haz lo que tienes que hacer." ordenó de manera brusca y abandonando la habitación.

Los tratos que recibía de Ryujin y otros integrantes del equipo claramente no eran nada amables, había veces en las que yo debía pagar la comida de todos o cumplir sus tareas mientras ellos olgazaneaban pero trabajo es trabajo y aunque fuera injusto debía adaptarme o quedarme sin un centavo.

"¡Haerin, están llegando los invitados!" Llamó otro de mis superiores.

"¡Voy!"

Hice lo que Ryujin me pidió y corrí a mi puesto.

Admiré el lujoso hotel a mis espaldas, una alfombra roja enorme que iba hacía la entrada, los flashes se intensificandose a medida que los invitados llegaban y la ausencia del ruido de los motores ya que todos eran autos eléctricos de alta gama.

En ese momento escuché algo inusual pero familiar a mis oídos y un nuevo auto se estacionó frente a mi.

Lo sabía, era un Mustang 1970, justo como el que le pertenecía a mi abuelo...

De él bajó un chico de cabello rubio, camiseta blanca y chaqueta negra. Una cadena gruesa decoraba su cuello.

Del asiento de acompañante salió alguien con una cara conocida...

"¿Ni-ki?" pregunté en voz alta

"...¿Haerin?" sonrió él al verme "¿Qué haces aquí?"

"¿No es obvio? Trabajo aquí" reí señalando mi uniforme "¿Tú que haces aquí?" puse énfasis en la primera palabra.

Race of Fate | ENHYPEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora