Piloto

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La brisa suave peinaba el césped y hacía bailar a los tulipanes, las mariposas recorrían el lugar presumiendo sus alas de colores. Una de ellas se posó en mi nariz haciendome reír, la tomé en mi dedo y luego de unos segundos voló al cielo nuevamente, junto a las demás.

"¿Hiciste una nueva amiga?" Sentí aquel cálido toque sobre mi hombro y su voz acarició mis oídos "Es lindo aquí..." suspiré esperanzada, me deje caer sobre el árbol a mis espaldas admirando el hermoso jardín.

reposé mi cabeza en su hombro

"¿Puedes quedarte un poco más hoy?"

ella solo rió suavemente y acarició mi cabeza "Estaré siempre que me necesites mi niña"

cerré mis ojos, encontrando paz, podría dormirme ante su toque...

de repente la cálida brisa se tornó helada y cuando abrí los ojos, ella ya no estaba a mi lado. El paisaje ahora era oscuro, las flores estaban marchitas, las mariposas yacían en el suelo y sus alas de colores ahora eran grises y sin vida.

"...¿Mamá?"

Una risa malévola se escuchaba a lo lejos, cada vez aturdía más mis oídos, el frío me hacía temblar y mi vista se borraba...

"¡Noona! ¡Despierta Noona, despierta" desperté de golpe, mi pecho subía y bajaba.

Al abrir los ojos pude ver a un feroz dinosaurio sobre mi, o por lo menos a un tierno niño disfrazado de uno, estaba en casa.

Ese sueño me había dejado inquieta y algo nerviosa, siempre soñaba con mi madre pero jamás una pesadilla...

Tenía escalofríos y una leve presión en el pecho.

"¡Levantate! ¡Hagamos algo divertido!"

"¡Oye! ¿no te enseñaron a tocar?" regulé mi respiración y reí tomando al pequeño entre mis brazos "Los dinosaurios no tocamos la puerta, ¡La hacemos caer con nuestro rugido! ¡Roar!" exclamó haciendo como sus manos como garras.

"¿Ah si señor dinosaurio? pues espero que esté preparado porque ahora será castigado...¡Con un ataque de cosquillas!"

me avalancé sobre él y comencé a repartir cosquillas por toda su panza, axilas y pies. El niño reía euforicamente y solo paré cuando se rindió...

"¡Lo siento, lo siento!" dijo entre risas

"Eso creí..." reí yo también "Oye...¿Tu mamá está en casa?"

negó con la cabeza

"Salió a trabajar temprano"

ambos nos miramos con complicidad y parece que nuestras neuronas conectaron en ese momento.

"¡Helado de desayuno!" gritamos al unísono

La vida era mas dulce cuando no había nadie en casa y solo eramos Won y yo, mirando los Looney Toons mientras comiamos helado en el sofá.

Este pequeño terremoto había llegado a mi vida en uno de los momentos más difíciles y aunque odiara a su madre, jamás podría ni pensar en odiarlo a él.

Y lo intenté, cuando nació tenía tanto dolor y resentimiento en mi que quería odiarlo con todas mis fuerzas y hacerle la vida imposible para vengarme de mi madrastra por haberme robado a mi padre, pero en el momento que vi su cara tan pequeña y sus tiernos dedos envolvieron mi meñique, me enamoró por completo.
Cuando su madre se negó a amamantarlo entendí que él solo era otra víctima más de la ambición de esa mujer, debía protegerlo de ella como mi padre no lo hizo conmigo.

Lee Sanga.

Se casó con mi padre, el CEO la empresa de autos líder en el país, luego de que mi madre murió, quedó embarazada no mucho tiempo después. Se encargó de hacer de mi vida un infierno desde el día en que la conocí y una vez que Won nació, hizo lo mismo con él.

Race of Fate | ENHYPEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora