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Desperte con el peor dolor de cabeza que un ser humano podría sentir.

Y para colmo, en una habitación ajena.

Al principio me asusté, supe que no se trataba de mi cama cuando olí el perfume de hombre en una de las almohadas, extrañamente reconocía esa fragancia...

Busqué a Sunghoon con la mirada, pero no había rastro de él...

¿Cómo es que llegué aquí?

Y entonces comencé a recordar.

"Aún me queda una oportunidad... ¿Verdad?"

"¡Ahhh!" Escondí el rostro entre mis manos, llena de frustración.

¿Estaba loca o qué? ¡¿Porque mierda le dije algo así?!

Chequeé rápidamente bajo las sábanas, verificando que todo estuviera en su lugar, dejando salir un suspiro al ver que tenía toda la ropa puesta.

En la mesita había una nota junto a un juego de llaves y una botella de agua.

"Cierra cuando salgas y devuelvemelas en el entrenamiento- SH"

Entonces Sunghoon... ¿No había dormido aquí?.

Mientras me recuperaba, trataba de procesar la noche anterior. Caminé hacia el baño, con la intención de limpiar mi cara pero me espanté al verme en el espejo...

Mi maquillaje estaba todo corrido, el labial casi ausente, mientras que la sombra de ojos me hacía parecer un mapache. Mi cabello todo enredado y con olor a alcohol, pero eso no fue lo peor, mi atención se la llevó mi cuello, el cual tenía ciertas marcas rojas en él...

"Oh por Dios..." Tapé mi boca en genuina sorpresa.

"¡Oh por Dios, Oh por Dios! ¡¿Qué demonios hice anoche?!"

Prefería no acordarme.

"...Te extrañé tanto, tanto... tanto... Heeseung"

"No puede ser..."

Caer en realización no me había hecho nada bien.

"¡No puede ser, no! ¡Nooo!" Exclamé devastada mientras me mi cuerpo caía en cuclillas.

Mi respiración se agitaba en ansiedad al recordarlo, al entender lo que había hecho. Me sentía incluso más estúpida que cuando lo vi besando a Gayoung, me sentía una idiota.

¡¿Cómo daría la cara ahora?!

"¡Jia!"

Rápidamente busqué mi teléfono devuelta en la cama, desbloqueandolo con destreza hasta llegar a su chat... Pero cuando quise comenzar a escribir, recordé su reacción la noche anterior y logré verificar, que me había bloqueado.

Un dolor se alojó en mi pecho, incluido con la intuición que me decía que había algo detrás de su drástico comportamiento, aún así, podía esperar, mi verdadero problema era entender que había pasado anoche con exactitud...

En mi casilla de mensajes no solo tenía llamadas perdidas y reiterados mensajes de Ni-ki, que claro, no pensaba contestar.

Sino también de Heeseung.

"Hae tenemos que hablar"

"Sé que estabas borracha pero quiero saber si lo que dijiste es cierto"

"Te extraño"

Dios porque me pasa esto a mi...

Luego de salir del apartamento de Sunghoon, me dirigí a casa, en busca de una ducha, ropa limpia y apurarme en llegar al entrenamiento, pues al parecer ya eran las 3 de la tarde...

Race of Fate | ENHYPEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora