Race of Fate | ENHYPEN

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Todo estaba por irse a la mierda.

Lo presentí cuando me desperté, con dolor de cabeza, los ojos hinchados y la nariz tapada. A penas tomé conciencia me largué a llorar una vez más, ahogando mis sollozos con la almohada, sintiendome pequeña y desprotegida, tonta, ilusa...

Lo odiaba a él pero me odiaba más a mi por haberle creído, por no haberlo visto venir.

Aunque todavía no había escuchado "su versión" era obvio que no había más que pudiera explicar o arreglar, no me había mentido solo a mi, sino a ella.

¿¿¿¿¿¿¿Planeaban casarse????????

¡Por el amor de Dios!

El llanto se convirtió en rabia, sentía cada parte de mi interior arder, con ganas de arrancarle la cabeza de un cachetazo. Violentamente repartí unos cuantos golpes a mi almohada, imaginando su cara en ella, hasta quedarme sin fuerza.

"¿Noona?" Won abrió mi puerta sorpresivamente.

"Won... Buenos―" Aclaré mi garganta limpiandome los ojos.

"Buenos días..."

"¿Estás bien?" La mirada del niño, inocente y genuina. Su preocupación era indiscutible.

"Si pequeño, estoy bien, solo tuve un mal sueño..."

Que ojalá hubiese sido un sueño...

"Oh, no te preocupes Noona, fue solo un sueño..." El niño poso su pequeña mano en mi rostro.

"Puedes dormir conmigo cuando tengas miedo" Concluyó inocentemente y pude sentir el nudo en mi garganta crecer otra vez.

No dudé en tomar a mi hermanito en un abrazo, no solo para que no me viera llorar sino porque era lo mejor que me había pasado en mis 18 años de vida...

"Gracias Won..." Agradecí con una nostálgica sonrisa.

Hace no más de 5 años era tan solo un pequeño bebé, hace 3 solo estaba aprendiendo a dar sus primeros pasos, hace unos días me pedía que durmiera en su cama porque tenía miedo y hoy es él quien me ofrece refugio cuando lo necesite.

Mi niño...

Luego de que Won me contara el sueño que había tenido la noche anterior, le preparé el desayuno y mientras miraba su programa favorito decidí por lo menos tomar una ducha antes de volver a la cama.

Al comenzar a quitarme la ropa sentí un escalofrío recorrer mi espina, recordando aquel momento de intimidad compartido con Heeseung sin poder evitar sentir un peso en el pecho, como si estuviera siendo aplastado por una roca. Las lágrimas no tardaron en aglomerarse al pensar en que esa había sido mi primera vez...

Me sentía desnuda, desperdiciada, no solo físicamente, sino del alma y no hay nada peor que mostrarle tu más intimó momento a la persona equivocada, un sensación de asco se apoderó de mi, aquellos recuerdos que habían sido parte de mi fantasía alguna vez ahora solo eran pesadillas despiertas. Me sentía usada, comenzaba a pensar que su plan siempre había sido ese, usarme como su juguete, entretenerse conmigo cuando no estaba con Gayoung, el sentimiento se intensificó al pensar que todo lo que hacía y decía conmigo, también lo hacía con ella...

Mientras el agua bajaba por mi piel, rompí en llanto, había desperciado algo tan especial en alguien tan horrible... y me odiaba por eso.

Hoy debía ir a entrenar como todos los días, no quería, no pensaba hacerlo.

Le escribí a Jay diciendo que no me sentía bien, con la excusa de que mi período había llegado, mentira, pero no quería causar algún tipo de conflicto entre ellos. Él me aseguró que todo estaba bien y que me tomara mi tiempo para mejorar, también me dijo que si necesitaba algo podía pedirselo.